av Andrea Jacqueline Navarro Rocha för 3 årar sedan
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Analgesia epidural, intratecal, bloqueos neuroaxiales y regionales que en determinados tipos de cirugía han demostrado ser más eficaces que la analgesia parenteral
Su uso en el momento preoperatorio y en el primer día después de la intervención, puede ser un buen coadyuvante, mejorando el dolor y disminuyendo los requerimientos de analgesia postoperatoria
Técnicas que incluyen escuchar música, distracción y realidad virtual pueden ser eficaces en niños y adolescentes y algún tipo de procedimiento quirúrgico
Hipnosis
Relación
Técnicas psicoeducativas
Estimulación Nerviosa Eléctrica Transcutánea (TENS)
Magnetoterapia
Calor
Frío
ANALGESIA MULTIMODAL
Su objetivo es mejorar el alivio del dolor y disminuir los requerimientos y efectos secundarios de los opiáceos.
Consiste en la administración de al menos 2 fármacos sin que sea preciso la misma vía de administración
ANALGESIA PREFERENTE
Consiste en la administración de ciertos analgésicos, antes de que se produzca el estímulo doloroso, para bloquear la transmisión de su impulso. Aunque su objetivo es reducir la intensidad del dolor postquirúrgico, su uso no siempre lo consigue.
La administración de fármacos no tiene por qué estar relacionado con la incisión quirúrgica
ANALGESIA PREVENTIVA
Trata de minimizar los estímulos nociceptivos que se producen en el periodo intra y postoperatorio.
Para ello debe de reducir el dolor postquirúrgico y/o el consumo de analgésicos y la duración de su efecto debe ser mayor que el del daño quirúrgico
En el seguimiento
Evaluar, ajustar y disminuir. – Reevaluar riesgos y beneficios una a cuatro semanas después de iniciar. – Evaluar el dolor y la funcionalidad, comparando con la evaluación inicial. Programar la reevaluación a intervalos regulares. – Continuar el tratamiento con opioides si existe mejoría clínicamente significativa en el alivio del dolor y función sin riesgos o daños significativos. – En caso de somnolencia o riesgo de sobredosis, ajustar la cantidad, por ejemplo, disminución de 10 %. – Considerar el apoyo psicosocial. – Ajustar la dosis individualmente vigilando los datos de supresión.
Al prescribir
Iniciar lentamente con dosis bajas. – Iniciar con opioides de liberación inmediata. – Si es necesario prescribir una dosis mayor a ≥ 90 MME/día, considerar la referencia del paciente a un especialista en dolor. – Cuando la prescripción es ≥ 50 MME/día, establecer el seguimiento del paciente con mayor frecuencia. – En caso de dolor agudo, prescribir opioides por un tiempo corto, < 3 días, en raras ocasiones es necesario el tratamiento por más de 7 días. – Instruir al paciente y su familia sobre almacenamiento seguro y desecho de opioides no utilizados
Antes de iniciar tratamiento
1. Evaluar el tipo de dolor y la funcionalidad. Utilizar una escala de evaluación validada, por ejemplo, la escala visual análoga (EVA) 2. Considerar si están indicados analgésicos no opioides, por ejemplo, AINE, tricíclicos, inhibidores de la recaptura de serotonina, anti-convulsivantes, ejercicio, terapia física. 3. Informar al paciente sobre el plan de Tx – Establecer metas realistas para el alivio del dolor y la funcionalidad con base en el diagnóstico. – Discutir los beneficios, efectos secundarios, y riesgos (por ejemplo, adicción, sobredosis). – Establecer los criterios para finalizar o continuar el tratamiento y plan de seguimiento. – Asegurar el entendimiento y aceptación del paciente del plan de tratamiento. 4. Evaluar los riesgos, daños o uso aberrante. – Riesgos conocidos: uso de drogas ilegales, uso de medicamentos por razones no médicas, historia de abuso de sustancias o sobredosis, enfermedades mentales. – Interrogar sobre el uso de medicamentos controlados, opioides o sedantes obtenidos legal o ilegalmente – Si es posible, realizar tamizaje en orina para determinar la presencia de medicamentos controlados o drogas ilícitas – Evitar posibles interacciones medicamentosas.
Escala Visual Análoga (EVA)
EVA 8 a 10
DOLOR SEVERO
EVA 5 a 7
DOLOR MODERADO
EVA 1 a 4
DOLOR LEVE
(1979, IASP) Dolor por trauma térmico: «Dolor agudo y grave, que produce al sufrir una quemadura y luego continuo con exacerbaciones que declinan gradualmente» Las quemaduras producen un aumento de la intensidad dolorosa, debido principalmente a los siguientes mecanismos: La intensidad del dolor es proporcional a la superficie corporal quemada; la cantidad de nociceptores (fibras C) dañados aumenta proporcionalmente al aumento de la superficie corporal quemada.
El dolor agudo se presenta en el 91% de los enfermos que ingresan en un departamento de urgencias. Al momento del egreso del mismo departamento un 86% de los sujetos seguirá presentando dolor.
El 80% de las personas que son sometidas a cirugía presentan dolor; y en ese grupo, el 80% tendrá una intensidad de moderado.