HUMANISMO Y UNIVERSIDAD

Ser humano como un ser en proceso de autoconstrucción

La universidad como instrumento de humanización

Cuando se dice que se es humanista de ninguna manera asumimos una posición estática o acabada de la naturaleza humana. El hombre construye su ser con su hacer.

Conciencia de su propio actuar

El sujeto como actor principal del proceso formativo

Este proyecto humanista tiene como objetivo lograr que el hombre retome las riendas de su vida y construya así su propio destino. Sin olvidar que este destino es común, no individual.

el hombre está obligado hoy a escoger una renovación del humanismo, la de tomar en serio el fundamento espi- ritual de nuestra cultura occidental, que es un fundamento humanista,

Construcción de la persona humana - principios éticos que tejen humanismo

Necesitamos una cos- movisión humanista que nos propor- cione los principios de acción y de responsabilidad en un mundo natural y social que evoluciona.

Encontrar un sentido último a la existencia

El conocimiento permite una reinterpretación del fenómeno humano

El humanismo es consubstancial a la Universidad. Si en la Universidad tendemos a conocer objetivamente al hombre en su integridad, las humanidades resultan imprescindibles e inaplazables.

El hombre, como agente de su propio desarrollo

La vocación como principio fundante de un buen profesional

Universidad y educación son dos términos que se entrecruzan de manera indisoluble

Los conocimientos deben ir acom- pañados de la actitud reflexiva y analí- tica por la cual se posibilita su asimila- ción y traducción en la vida.

La persona asume y se hace consciente de su responsabilidad en el proceso formativo.

La parte principal del arte de educar consiste ante todo en estimular esta capaci- dad propia del educando en cualquier aspecto que nosotros conozcamos.

Dignidad inalienable de la persona

Todo proceso formativo a de tener como fin ultimo defender y promover la dignidad de la persona humana.

el conocimiento no es el fin de la educación, sino a la inversa, éste se integra dentro de ella. En este sentido el conocimiento no es más que un medio para alcanzar el fin propuesto que es la formación del hom- bre educación).

Toda sabiduría que excluye la misericordia se convierte en despotismo.

sólo si sabemos lo que fue el humanismo en el principio y en su apogeo podremos disponer de un criterio firme para de- tectar los síntomas y la gravedad de la crisis que hoy vivimos

La educación es un proceso intencional que implica la comprensión

La perspectiva del desarrollo de la conciencia crítica y del consecuente ejercicio racional para juzgar moral–mente, según la perspectiva

El humanismo aquí referido es más que la simple recuperación del conocimiento de las ciencias y artes clásicas

La educación se define como un proceso social por el que el hombre, como agente de su propio desarrollo, tiende a lograr la más cabal realización de sus potencialidades.

Lo que el humanismo pretende es que el hombre adquiera una visión más completa de sí mismo y de su mundo, para que como tal se reconozca y se proyecte en él.

Esta tarea humanista de la universidad tiene que ver fundamentalmente con el compromiso de educación que no puede reducirse a la transmisión de saberes, ni a la preparación del profesional, ni siquiera a la formación de una conciencia crítica; todo ello es necesario, pero se requiere algo más: educar para aprender a vivir en el mundo y con el otro, a sabiendas de que el otro es una persona a la vez igual y diferente que yo, ambos orientados hacia la misma finalidad: la conformación del ser humano y el bien social.

CONCLUSIÓN

ALAN YESID ARROYO PALOMEQUE

REFERENCIAS

Basave, A. (1971). Ser y quehacer de la universidad.
UANL, México.
Bonifaz, R. (editor) (1987). El humanismo en México en las vísperas del siglo XXI. Actas del Congreso celebrado del 22 al 25 de abril de 1986. UNAM, México.

Calo, J. R. y Barcala, D. (1987). El pensamiento de Jacques Maritain: Cincel, Madrid.

Rugarcía Torres, A. (1994). Hacia el mejoramiento de la educación universitaria. Universidad Iberoamericana, México.

Savater, F. (1990). Humanismo impenitente. Anagrama,