La crítica de la psicopatología sólo tiene sentido desde la psicopatología crítica
Una concepción evaluativa del trastorno mental
Nótese que Fernández Liria no dice que los juicios de valor son parte del concepto de trastorno o de síntoma sino que éstos estáán formados únicamente por juicios de valor.
El debate actual acerca del concepto de trastorno mental
Fernández Liria no es nuevo y, sin embargo, está de rabiosa actualidad en la literatura anglosajona, preferentemente la norteamericana
El mérito de hacer revivir este debate debe adjudicarse, a mi juicio, a Jerry Wakefield, un psicólogo con formación en trabajo social aplicado a Salud Mental y en Filosofía, quien en 1992, publicó un artículo titulado «El concepto de trastorno mental» y subtitulado «En la frontera entre los hechos biológicos y los valores sociales»
Para este autor, el concepto de trastorno equivale al de disfunción dañina , en donde disfunción es un fallo de los mecanismos internos de un organismo para realizar funciones que han sido el resultado de la selección natural. Ambos son necesarios para que pueda hablarse de trastorno .
Modelo de Wakefield
Un proceso subyacente explicativo que da unidad a la categoría o concepto de trastorno
Es condición como trastorno se realiza en virtud de la semejanza global de ésta con un prototipo más o menos ideal, por lo que no es posible definirlo basándose en rasgos o criterios categoriales.
las teorías de Wittgestein y Rosch
Psicopatología crítica vs crítica de la psicopatología: conclusión
En conclusión, lo que Fernández Liria denomina psicopatología crítica asume el postulado A1 de su argumentación pero no necesariamente el A2 . La crítica de la psicopatología tiene más sentido si se hace desde una psicopatología crítica.
Según Julio Cortázar, comenta que cada vez que inicio un intercambio de ideas con algún colega para mí desconocido, solo que, en vez de Dalí, yo suelo utilizar como test improvisado la opinión que a mi interlocutor le suscita la psicopatología actual.
Una consecuencia de estos contactos profesionales uno ya ha elaborado una pequeña casuística de opiniones que reflejan las diferentes posturas que ante la psicopatología pueden adoptarse.
La psicopatología que tenemos y que hemos heredado con pocos cambios de los alienistas del XIX es insuficiente y hay que cambiarla porque no incluye aspectos relativos a la subjetividad del paciente .
Los elementos descriptivos son excesivamente subjetivos, difícilmente objetivables al proceder de la psicología popular y, por tanto, poco aptos para la investigación científica.
Un cierto sabor a postpsiquiatría
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Gran Bretaña se han acuñado las expresiones medicina posmoderna o postpsiquiatría una visión de la propuesta moderna en psiquiatría equivalente
la psiquiatría biologicista una advertencia sobre las limitaciones del discurso científico-tecnológico para ejercer adecuadamente el indudable poder coercitivo que la sociedad pone en manos de los psiquiatras
Bracken y Thomas comentan
la psiquiatría tecnocientífica y la concepción individual y liberal de la Ilustración hayan perjudicado al enfermo mental, independientemente de que, obviamente, no han resuelto todos sus problemas.
Es probable que éste segundo no deba ser el único que justifique la detención del poder coercitivo depositado socialmente en la psiquiatría pero de ahí no se deduce que tengamos que renunciar a un discurso propio cuyo objetivo sea la intelección de la conducta psicopatológica.
¿Es la psicopatología el fundamento de la práctica clínica?
Pierre Bourdieu denominaba respectivamente niveles de la teoría, de la teoría de la práctica y de la práctica , o por decirlo de otro modo, científico, tecnológico y técnico .
La psiquiatría se halla en una situación intersticial entre estos tres niveles que debe expresarse en todos ellos de forma específica. Lo importante es que un servicio sanitario organizado para dar respuesta a las exigencias de una filosofía asistencial determinada integre la información proveniente de la ciencia psiquiátrica para mejorar la atención dispensada.