La cultura y el arte
La cultura española del siglo XIX
En esta época, los centros culturales se multiplicaron, destacando varios museos.
Museo del Prado (1819)
El Ateneo (1829)
Museo Arqueológico (1867)
La literatura aportó figuras destacadas
Romanticismo
El duque de Rivas, José Zorrilla, José de Espronceda, Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro
Realismo
Benito Pérez Galdós y Leopoldo Alas Clarín
Naturalismo
Emilia Pardo Bazán
El Romanticismo
La arquitectura romántica adoptó el historicismo y se realizaron numerosos edificios en estilo neorrománico, neogótico, neomudéjar o clasicista, como el Congres de los Diputados de Madrid. La nueva arquitectura del hierro y del cristal, relacionada con la Revolución Industrial, se empleó en edificios funcionales, como las estaciones de ferrocarril y los puentes, destacando la estación de Atocha y el puente de Triana
El Congreso de los Diputados de Madrid
Estación de Atocha (Madrid)
El puente de Triana (Sevilla)
La cultura romántica tuvo escaso desarrollo en España. Sus realizaciones más habituales fueron los retratos y los monumentos urbanos. Entre las figuras más representativas del estilo se encuentran José Gragera, autor del monumento a Juan Álvarez Mendizábal, y Ricardo Bellver el Ángel caído.
Monumento a Juan Álvarez Mendizábal
Ángel caído
La pintura romántica se especializó en temas costumbristas (Leonardo Alenza, Eugenio Lucas y Pradilla), en paisajes (Jenaro Pérez Villamil) y en retratos ( Federico Madrazo9
La pintura realista
Cultivó la pintura de historia, dando lugar al llamado realismo histórico; esta pintura fue muy demandada por las instituciones y en los concursos pictóricos.
Los temas representan acontecimientos del pasado, sobre todo medievales o del imperio español; o hechos contemporáneos, como los sucedidos en la guerra de la Independencia, donde son frecuentes los retratos.
Mariano Fortuny, con la batalla de Wad-Ras
Casado del Alisal, con la Rendición de Bailén
Antonio Gisbert, con el Fusilamiento de Torrijos
Eduardo Rosales, con el Testamento de Isabel la Católica