Pietro Perugino
Información biográfica escrita por Vasari
Origen y formación
Inicios
Nació en medio de la pobreza en Perusa
Fue mandadero de un pintor que impulsó su desarrollo en la pintura
Motivado por el pintor, se trasladó a Florencia
Estudió bajo la dirección de Andrea Verrocchio
Desarrollo como pintor y vida adulta
Datos biográficos
Al llegar a Florencia, pronto ganó tanta fama que tuvo que trasladarse a Siena
Fue invitado por el Papa Sixto IV a trasladarse a Roma y trabajar en su capilla
La Orden de los Servitas le encargó terminar dos pinturas para su altar mayor, el resultado no fue el esperado y eso le trajo desprestigio a Pietro, por lo que volvió a Perusa
Pietro nunca fue religioso
Era muy desconfiado y solía cargar consigo su dinero, en una ocasión mientras volvía de Castello a Perusa fue asaltado y eso lo dejó al borde de la muerte
Los bienes materiales eran de suma importancia para Pietro y adquirió varias propiedades en Florencia, Perusa y Castello
Murió a la edad de sesenta y ocho años y fue sepultado con honores
Rumores y conflictos
Se dice que en una ocasión Francesco del Pugliese quiso pagar a unas monjas tres veces la cantidad que ellas habían pagado a Pietro por una de sus pinturas para poder adquirirla él
Se dice que el prior del convento de los Jesuitas era un hombre tacaño y desconfiado y que además, conocía el proceso de fabricación del azul ultramar y quería estar presente cuando Pietro lo utilizaba. Pietro para darle una lección, le pedía mucho pigmento y en lugar de usarlo, lo enjuagaba y después recuperaba lo asentado en el agua hasta que finalmente se lo devolvió al prior
Cuando contrajo matrimonio le gustaba que su esposa vistiera bien en todo momento e incluso se cuenta que él la arreglaba
Con el surgimiento de Miguel Ángel, Pietro temió verse eclipsado, por lo que su actitud se tornó hiriente y Miguel Ángel lo describió públicamente como un artista grosero
Datos relacionados con la producción creativa, influencias contextuales
Datos que brinda Vasari
Una influencia importante en la vida de Pietro, fue el pintor del cual era mandadero, pues él logró despertar su interés en la pintura, además de que lo impulsó para trasladarse a Florencia, en donde ganaría fama y renombre
Al llegar a Florencia, fue discípulo de Andrea Verrocchio, que, al dirigir sus estudios, también fue una influencia para Pietro
Pietro era muy constante en la realización de pinturas
Al ganar fama dentro y fuera de Florencia, recibía demasiados encargos, lo que resultaba bueno para él pero también tenía consecuencias negativas, como el volver su trabajo repetitivo
En el taller de Andrea Verrocchio y en la Capilla del Papa Sixto IV tuvo la oportunidad de trabajar junto a los pintores más famosos y talentosos de la época
Pietro realizaba principalmente obras de carácter religioso pero también llegó a realizar paisajes con gran maestría
Una parte fundamental en la producción de Pietro era su constancia en la práctica de la pintura
A pesar de ser un excelente pintor y colorista, algunas de sus pinturas se oscurecieron, ya que la técnica del óleo era relativamente nueva
Muchas de las obras de Pietro no se conservan por diversos motivos
Algunos de sus discípulos fueron: Rafael Sanzio de Urbino, Pinturicchio, Rocco Zoppo, Gerino de Pistoia, Francesco el Bacchiacca, Juan el Español, y el más sobresaliente Andrea Luigi de Asís entre otros. Muchos de ellos conservaron en su estilo las influencias de Pietro y llegaron a ser también pintores de renombre.
Comentario u opinión personal de Vasari
Consideraciones de Vasari respecto a Pietro
Vasari considera que el hecho de que Pietro haya nacido en la pobreza jugó un papel fundamental en su éxito y desarrollo como pintor, ya que lo impulsó a innovar y ser constante en el ejercicio de perfeccionar su pintura
Vasari describe constantemente la obra de Pietro como un ejemplo de excelencia en la pintura
Vasari menciona reiteradas veces que Pietro era un destacado colorista
Menciona como hermosas muchas de sus pinturas
Sin embargo, Vasari considera que con el paso del tiempo y a consecuencia de tantos encargos que recibía Pietro, su trabajo se volvió repetitivo y muy parecido entre sí