PRIMEROS POBLADORES
La llegada del ser humano a América
El linaje humano se originó en África, con raíces que se remontan a millones de
años en la antigüedad. Después de un largo proceso evolutivo, apareció un
precursor del humano moderno que pudo adaptarse a casi todos los ambientes
del Viejo Mundo
Ya hace 900,000 años, logró establecerse no solo en África sino
también en las orillas cálidas del mar Mediterráneo, las tierras tropicales del
sureste de Asia y las zonas moderadamente heladas del centro de Europa.
América se había
poblado mediante la migración de pequeños grupos de cazadores “salvajes”,
quienes entraron desde algún punto en el norte donde presuntamente se unía
América con Asia, región que era todavía desconocida para Fray José y los
demás europeos. Acosta determinó el origen asiático del americano por ciertos
rasgos físicos compartidos por asiáticos y americanos, tales como la
pigmentación de la piel y el pelo, la forma de los ojos, la mancha morada en la
base de la columna vertebral de los recién nacidos y la sección “apalada” de los
dientes incisivos.
Paleoindio
Se sabe que el Homo sapiens llegó a América desde Asia por vía terrestre a través de la llamada ruta de Bering, aprovechando un descenso del nivel del mar en el marco de la última glaciación. También se postula, aunque no aún no ha podido confirmarse, que el ser humano pudo haber arribado en canoas a través de otros caminos, procedente de la Polinesia, Islandia y más zonas.
Descubrimiento del yacimiento
arqueológico de Monte Verde en Chile en 1976. En este sitio se encontraron carne
y cuero de mastodonte, cuerdas, estacas, maderas, gran cantidad de restos de
alimentos y plantas y hasta las pisadas de un pie pequeño. Esta evidencia permite
confirmar que la fecha más confiable del asentamiento humano más antiguo en
América es de aproximadamente 12,000 años a. de C.
La transición a la agricultura
Los paleoindios eran cazadores y recolectores que practicaban actividades
“generalizadas”. Es decir, tenían una forma de vida basada en la cacería y en la
recolección de plantas, pero su poca especialización productiva no les permitía
una explotación muy eficiente de los recursos de un lugar determinado, lo que a
su vez limitaba su densidad de población.
Las primeras sociedades agrícolas definen el comienzo del llamado Periodo Formativo,
también llamado preclásico, cuando se sientan las bases de la civilización
mesoamericana.
Periodo formativo
Es el período comprendido entre el 2000 y el 200 a. C., caracterizado por el surgimiento de la alfarería, la textilería en telar de lizo y la metalurgia. Los centros religiosos se afianzan y se da una síntesis de tres modelos arquitectónicos: templos en U, pirámides con pozo ceremonial, y recintos con vereda interna y patio central hundido.
Se define en 3 periodos temprano, medio y superior