PRINCIPALES APORTACIONES DE LA PSICOLOGIA POSITIVA AL SISTEMA FAMILIAR

El papel que desempeña la familia en la formación de la personalidad de los niños y niñas obliga a la psicología positiva a pasar necesariamente por las dinámicas y la estructura familiar.

El marco de la familia es uno de los espacios que más asociamos a la felicidad, la protección, el afecto y la seguridad.

Para poder fomentar el bienestar personal, es imprescindible analizar cómo funciona el núcleo más cercano y directo que tenemos desde pequeños.

El afecto, los vínculos y la manera que tenemos de relacionarnos se basa en aquello que hemos aprendido en el núcleo familiar

Por lo tanto, existe una fuerte relación entre la psicología positiva y la familia

con la Psicología positiva se observa en los contenidos y objetivos habituales de estos programas:

bienestar, seguridad, confianza, optimismo y toda la relación de emociones
positivas, el autocontrol de las negativas, la promoción de la relacionalidad, apuntados tanto en los
padres como en los hijos, y en la recíproca influencia

Ha sido una práctica común incentivar programas de intervención familiar en situaciones especiales
o de riesgo –poblaciones marginales, inmigración, guerra, enfermedades psíquicas, adicciones

busca la implantación de programas que hagan posible la apropiación de las fortalezas y capacidades que pueden conducir a una experiencia de plenitud personal.

Los objetivos son establecer una crianza que conduzca a la autonomía e independencia de los hijos.

Que se consoliden tanto las relaciones de respeto y autoridad, como la implantación de actitudes y hábitos saludables mentales y corporales.

Esta psicología tiene por delante la tarea de identificar las fortalezas de los individuos, las necesidades del grupo, los recursos y apoyos que sea posible una vida más plena y un mayor bienestar psicológico para sus miembros.