Trastornos no orgánicos del sueño.
El sueño es un estado de conducta reversible de desconexión perceptiva y falta de respuesta al entorno en el que
intervienen complejos procesos fisiológicos y de conducta.
En el CIE-10, los trastornos no orgánicos del sueño incluyen
todos aquellos síntomas relacionados con el sueño,
Sintomas:
La dificultad para conciliar el sueño.
Por la frecuente aparición de vigilias durante el mismo.
Por la fatiga diurna debida a la falta de descanso correcto.
DISOMNIAS
F51.0 Insomnio no orgánico:
Este tipo de insomnio se desarrolla a consecuencia de dos factores mutuamente reforzantes como son la tensión somatizada y el aprendizaje de conductas relacionadas con el intento personal en conseguir la mejora del trastorno.
F51.1 Hipersomnia no orgánica
Este trastorno consiste en la presencia de somnolencia diurna excesiva y patológica, que aparece de forma reiterada y aparentemente inmotivada.
F51.2 Trastorno no orgánico del ciclo sueño-vigilia.
El trastorno del ciclo de sueño-vigilia se define por una falta de sincronización entre el ritmo de sueño vigilia individual y el deseable en el entorno en que está el sujeto,
PARASOMNIAS
F51.3 Sonambulismo:
En el primer tercio de la noche el sujeto que lo padece inicia una deambulación nocturna inconsciente, unida a diversos comportamientos “complejos”.
F51.4 Terrores nocturnos
Son episodios breves, sin llegar a 10’, y con período confusional posterior, caracterizados por despertar incompleto y brusco.
F51.5 Pesadillas
Son ensueños largos, y atemorizantes, que aparecen durante el sueño, apareciendo habitualmente en el segundo tercio de la noche o en la madrugada el sujeto al despertar recuerda con claridad lo ocurrido durante la noche.
F51.8 Otros trastornos no orgánicos del sueño
El insomnio suele acompañar a la Depresión, Trastorno por Ansiedad, Trastornos Adaptativos, Esquizofrenia, abuso y Dependencia de Alcohol, Tabaco y otras sustancias psicoactivas.
F51.9 Trastorno no orgánico del sueño sin especificación:
Esta categoría se aplica a presentaciones en las que los síntomas característicos
de un trastorno de insomnio que causan malestar clínicamente significativo o daño en el funcionamiento social, ocupacional u otra área importante