La conciencia lingüística abarca varias dimensiones que son esenciales para el desarrollo del lenguaje. La dimensión léxica se refiere a la capacidad metalingüística para reconocer que la cadena hablada está compuesta por palabras ordenadas de manera específica para tener sentido.
Bibliografía: http://www.educarecuador.ec/, sitio oficial del Ministerio de
Educación de Ecuador, dirigido a educadores. Allí se puede
encontrar los nuevos currículos.
http://www.cerlalc.org/, sitio oficial del Centro Regional para el
Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, dependiente
de UNESCO.
Morfológica.
La conciencia morfológica es una habilidad que permite reflexionar sobre la formación de las palabras y sus reglas así como manipular las estructuras morfológicas que la componen (Kuo y Anderson, 2006).
Ortográfica.
Conocimiento de el conjunto de normas que regulan los aspectos gráficos de la escritura de una lengua, lo que incluye las letras y otros signos, como los acentos, los signos de puntuación, etc.
Léxica.
Habilidad metalingüística de reconocer que la cadena hablada está formada por una serie determinada de palabras que siguen un orden en su construcción para tener sentido.
Primera reflexión sobre la producción verbal
Semántica.
Es la capacidad para otorgar un significado a un significante (palabra) que ha sido establecido arbitrariamente para denominar un elemento o concepto.
Gramátical.
La conciencia gramatical, como parte constituyente de la conciencia lingüística en general otorga a nuestro pensamiento verbal y la organización de la expresión verbal oral y escrita el carácter consciente y voluntario.
Fonológica.
El niño identifica el sonido de los fonemas.
Base para aprender a leer.
Habilidad de reconocer y usar los sonidos
en el lenguaje hablado.