作者:Erick Fabian Hernández Arriaga 1 年以前
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La comunicación puede dividirse en unilateral y bilateral (una conversación, por ejemplo, es bilateral), directa e indirecta (una conversación es directa), pública y privada (una conversación suele ser privada). Los medios de comunicación de masas son formas de comunicación unilaterales, indirectas y públicas
La atención pública puede experimentarse desde dos puntos de vista diferentes: el del individuo expuesto a ella o ignorado por ella - que acabamos de describir -, y desde la perspectiva del acontecimiento colectivo, cuando cientos de miles o millones de personas observan su medio y hablan o se quedan callados, creando así la opinión pública.
La sociedad ‘unidimensional’ –es decir, la sociedad sometida a la continua fetichización de sus miembros- posee un impresionante poder de transformación de las necesidades de los individuos, y en este punto hay que situar el triunfo y pervivencia del sistema.
“La opinión pública siempre pretende ser autoridad. Exige el consentimiento. Al menos obliga al silencio o a evitar que se sostenga la contradicción”. Bryce habla de una mayoría que permanece en silencio pues se siente vencida: “El fatalismo de la multitud no depende de una obligación moral o legal. Se trata de una pérdida de la capacidad para resistir, de un sentido debilitado de la responsabilidad personal y del deber de combatir por las propias opiniones”· .
La investigación de mercado de las actitudes entendidas como disposiciones directas o dinámicas a ciertas opiniones y comportamientos, dirigidos por método cuantitativo con técnicas de muestreo y escalas, propone la comprensión del ser humano social
Los cambios de opinión pública o de actitud de los grupos se van conformando de acuerdo con la forma en que se suministra la información, según el acento que se coloque en ciertos puntos de la misma, según las palabras con que se suministren. Una parte de los cambios en la conformación de la opinión pública debe buscarse en otros factores.
El estudio de la opinión pública y los cambios que en ella se producen son un tema que interesa a los científicos sociales. Uno de los medios más frecuentes consiste en el empleo de los sondeos o encuestas de opinión.
Las opiniones no surgen de la nada, sino que son el resultado de uno o varios procesos de formación. Se trata, pues, de un proceso social en el que intervienen múltiples factores.
La base de la opinión pública es más cognitiva que racional. Por una lado es consecuencia de representaciones, esquemas mentales, imágenes simbólicas que los individuos construyen en cuanto a la realidad.
Los estudios sobre la comunicación de masas constatan que los medios tienen efectos significativos en la sociedad, aunque apenas hay un consenso sobre la naturaleza y alcance de tales efectos.
La opinión pública es una parte, y de las más importantes, de la vida pública. A la opinión pública se la relaciona con el espacio público. De momento podemos afirmar que en la opinión pública existe un incesante flujo de mensajes y discursos que circula cotidianamente en la sociedad.
A partir de la aparición de las masas, el problema de la decisión política de Estado, al que hace referencia la opinión pública, se complejiza no sólo por la presencia de nuevos sujetos políticos, grandes organizaciones y no ya individuos dialogantes, sino por el principio de referencia de su acción política, la igualdad social cargada del contenido empírico de las demandas determinadas.
La “transformación de la estructura de lo público” (de acuerdo con Habermas), que, en el fondo, significa el pluralismo de lo público, ha planteado nuevos problemas tanto a la filosofía como a la ciencia política y ha dado origen a varias líneas de respuesta. Algunas se orientan con mayor énfasis por la vertiente de los “universales”, de la reductio ad unum; otras ponen el énfasis en la pluralidad y complejidad de la contemporaneidad política.
la opinión pública no puede dominar y ni siquiera sustituir al detentador del poder. No le puede prescribir el modo con el cual él debe ejercer el poder. Su relación con el ejercicio del poder no es una relación de causa y efecto, sino de estructura y proceso. Su función no consiste en lograr afirmar la voluntad -la voluntad popular, esa ficción del pensamiento causal elemental- sino en el dar orden a las operaciones de selección
Desde el momento en que la opinión acepta cualquier sentido y absorbe el pensamiento reproduciéndolo en términos similares, es muy difícil reconocerla.
la Verdad y la Opinión se afirman en la copertenencia del ser y del parecer
La doxa se convierte en imagen y discurso de la apariencia: en ella se expresa el todo mediante los nombres y las formas.
la alétheia el todo es reconocible a través de diversos simbolos y, por lo tanto, de diversas interpretaciones de lo que denominamos realidad, Aquí se debería imponer una hermenéutica filosófica de la opinión pública,
los medios suelen hablar de “la opinión pública” como un todo único y, siempre que es posible, subordinan las potenciales divisiones dentro de ella al principio aliviador del consenso social
La manipulación informativa es tan antigua como el poder, que pronto descubrió la importancia de controlar la información y atraer la opinión pública hacia los intereses de un determinado colectiv
a la comunicación de masas haría una significativa contribución al control social, amplificando “climas”, “corrientes de opinión”, “estereotipos” o “ficciones” de opinión pública que, en la misma medida que se anuncian como mayoritarias, se sugieren como triunfantes y correctas
La opinión pública se convierte así en una fuente de legitimidad indiscutible para los periodistas, si estos son capaces de presentarse a sí mismos como sus fervientes defensore
confirma la centralidad de los medios en la generación de ese consenso, a partir de su socialización de corrientes de opinión predominantes a las que se sumarían, por miedo al aislamiento, nuevos adeptos
El poder como los propios medios garantizan su reproducción siempre que se declaren portavoces de los mandatos y designios de la opinión pública.