Una lesión en la rodilla, como la ruptura completa o parcial del ligamento cruzado anterior, puede afectar significativamente la marcha y el equilibrio de una persona. Después de un accidente automovilístico con impacto directo sobre la articulación de la rodilla, se pueden presentar problemas como la pérdida de la retroalimentación somatosensorial, aumento de la permeabilidad capilar y edema.