7 momentos de la evolución de la evaluación, determinada por Garanto 1989.
Momento 3
La evaluación considerada en la totalidad del ámbito educativo. Esta concepción de la evaluación se desarrolló en los Estados Unidos en las dé cadas de los 60 y los 70, y se produjo como consecuencia de un movimiento de «responsabilidad escolar» surgido principalmente a raíz del progresivo descon tento que surgió en el país hacia la escuela pública, a pesar de la gran cantidad de recursos económicos asignados a ella. La concepción que se tenía de la evaluación en ese tiempo hacía que afectase, no solamente al rendimiento de los alumnos, sino a todos aquellos factores que convergían en un programa educativo, esto es: profesor, recursos, contenidos, actividades, organización, métodos, programas, etc. (Informe Coleman, 1966). En este momento es importante destacar, entre otros, la contribución de dos autores: Cronbach y Scriven. El primero de ellos, Cronbach, define en 1963 a la evaluación como: «Recopilación y uso de infor mación para la toma de decisiones». Hace mucho hincapié en la evaluación del proceso, a la vez que reclama la necesidad de una evaluación referida al criterio, a través de objetivos previamente establecidos. Scriven por su parte, define la eva luación como: «Proceso por el cual estimamos el mérito o el valor de algo que se evalúa (de los resultados)». Para Scriven se trata de evaluar los resultados reales independientemente de las metas y criterios preestablecidos, poniendo especial atención en las actitudes generadas por el programa en las personas implicadas. Él fue quien realizó la identificación de la evaluación formativa y de la evaluación su mativa. También habla de evaluación intrínseca y extrínseca.
Momento 4
Nuevos enfoques o tendencias en la evaluación. Esas tendencias irrumpen en la década de los años 70, y actúan en un doble sentido. Por una parte orientan la evaluación hacia dos ámbitos: hacia los alumnos y hacia la toma de decisiones sobre el programa o el método. Por otra parte, entienden la evaluación como «valoración del cambio ocurrido en el alumno como consecuencia de una acción educativa sistemática», sobre todo a través de una buena formulación pre via de objetivos educativos. Es el auge de las taxonomías de objetivos (Bloom, Mager, Gagné), aunque no faltaran las críticas (Atkin, 1968). En esta dinámica, el énfasis de los objetivos operativos como indicadores del éxito de un programa re clamaba la necesidad de contrarrestarlo mediante la evaluación criterial, en la me dida en que esta suministra una información real y descriptiva de la situación de cada alumno respecto a los objetivos de enseñanza previstos, en vez de valorarlo por comparación con un estándar o criterio normalizado de realizaciones desea bles en un alumnado determinado
Momento 5
Proliferación de modelos. Los años 70 y siguientes, se caracterizan por la proliferación de modelos evaluativos, que se asocian con los dos grandes pa radigmas sobre evaluación: los basados en la evaluación cuantitativa (paradigma cuantitativo); y los basados en la evaluación cualitativa (paradigma cualitativo). Aunque el enfoque de ambos paradigmas sobre evaluación (cuantitativo y cuali tativo) es bien diferente y sus esquemas están claramente diferenciados, ambos coexisten en muchos casos en la actualidad, ya que al igual que en épocas ante riores, no existe un único modo de concebir la evaluación ni de cómo llevarla a cabo. Al ir transformándose el concepto de evaluación se han ido incorporando nuevos elementos provenientes de otras disciplinas que han profundizado su sen tido y han complejizado su concepción.
Es en el año 1970 cuando en España se promulga la Ley General de Educación. Con esta Ley se introdujo el término, el concepto y la finalidad educativa de la eva luación. La legislación y la normativa posterior para el desarrollo de la ley fueron afianzando su sentido didáctico y formativo. Por primera vez la Orden Ministerial del 16 de noviembre de 1970 (BOE, 25-11-70) hablaba de la evaluación conti nua, «traducción que se efectúa al castellano de la evaluación formativa de Scri ven en la letra del BOE» (Rodríguez Diéguez, 2001).
momento 6
La promulgación en España de la LOGSE (1990), aportó al sis tema educativo una nueva concepción de la evaluación. Esta Ley establecía que la evaluación sería continua y global para la Educación Primaria, y continua e inte gradora para la Educación Secundaria, dando mucha relevancia a los métodos cualitativos. Pero estos nuevos enfoques de la evaluación fueron más allá de la incorporación de métodos cualitativos que complementasen o desplazasen a los cuantitativos considerados ya inadecuados. La evaluación educativa que se pro ponía en esta Ley se situaba en el centro neurálgico del proceso de enseñanza aprendizaje, y su finalidad era obtener información para orientar, regular y mejorar todo el proceso educativo.
Esta Ley, y la posterior legislación que la desarrolló, atribuyeron a la evalua ción un papel primordial en el sistema educativo. Amplió y profundizó los come tidos y el enfoque iniciado en la anterior Ley General de Educación (1970).
Momento 2
La evaluación considerada como el grado de congruencia entre objetivos y su grado de consecución. Esta forma de concebir la evaluación se dio en las décadas de los años 30 y 40, cuando de la mano de Tyler pasó a concebirse la educación como un proceso sistemático, destinado a producir cambios en la conducta de los alumnos por medio de la instrucción. Relacionado con el des arrollo tecnológico del currículum, la evaluación fue considerada como el meca nismo que permitía comprobar el grado de consecución de los objetivos propuestos.
momento 1
La evaluación como medida. Situado entre los finales del siglo XIX y principios del XX, se trata de una concepción de la evaluación basada en la Psi cología Conductista (Skinner, Watson). Centrada, sobre todo, en el establecimiento de las diferencias individuales entre personas, utilizaba como técnica predomi nante y, casi excluyente, la aplicación de tests, tanto en el ámbito individual como a nivel colectivo (baterías de tests). De este modo la evaluación tenía poco que ver con los programas que se desarrollaban en las escuelas.
Momento 7
Se sitúa en los comienzos del siglo XXI con la promulgación en Es paña de la LOE (2006). Dicha Ley tiene la misma base comprensiva que la LOGSE (1990) y asume todos sus postulados sociológicos, psicológicos, peda gógicos y epistemológicos, aunque incorporando algunas novedades con respecto a ella, en lo que a evaluación se refiere.La LOE establece que la evaluación tiene por objeto analizar y valorar el grado de adquisición de las ocho competencias básicas que la propia Ley establece:
• Competencia en comunicación lingüística
• Competencia matemática
• Competencia de conocimiento e interacción con el mundo físico
• Competencia digital
• Competencia social-ciudadana
• Competencia cultural y artística
• Competencia de aprender a aprender
• Competencia autonomía e iniciativa personal