LOS DIEZ MITOS DE COACHING

Disparate, pues el coaching ayuda a las personas a definir metas claras y establecer un paso específico para alcanzarlas.

Concepto que aterroriza a los gerentes; ya que, son contratos diferentes, un mentor trabaja a largo plazo y forja tal cual a su imagen, mientras que un coach no tiene esa connotación y posee un tiempo limitado.

No es así, el coach está orientado a la acción y no alaba los esfuerzos, pero sí ayuda al individuo a entender lo que deben cambiar para lograr sus objetivos profesionales.

El proceso de coaching puede durar entre tres meses y dos años, no ocupará todo el tiempo, pero parte de su tiempo consumirá y será favorable a largo plazo.

Contiene algo de verdad, porque el coach debe entender algo de psicología, pero no trabajará con los problemas ocultos que hay en el pasado, lo cual sí realiza un profesional de psicología, capacitado en psicoterapia.

Falso, no hay una receta específica para todas las personas, pues se tienen metas u objetivos distintos.

Previo asumir que alguien no puede cambiar o tener asistencia, se debe evaluar la relación o el trabajo que está realizando el coach; ya que, puede ser la de no obtener resultados favorables y una solución es asignarle otro coach.

Tal vez, algunos se irán quizás porque descubrieron habilidades que no sabían y otros sentirán lealtad por la empresa; ya que, se interesó por su desarrollo.

Produce resultados más conscientes; puesto que, desarrolla la creatividad de la gente, adaptarse a situaciones nuevas, entre otras capacidades. Además, el resultado se percibirá a largo plazo; por ello, lo deben recibir puntos claves de la empresa.