CERVEZA ARTESANAL
Es la cerveza elaborada sin fines comerciales sino que por el contrario es por el gusto de crear una cerveza al gusto propio.
Al ser cada vez una practica mas habitual, existen lugares que venden todos los ingredientes para prepararla
También se encuentran lugares que posibilitan cursos para su creación.
La primera, y la que menos tiempo requiere, tan solo una hora, es la elaboración mediante extracto de malta. Esta técnica es muy utilizada en países de gran tradición cervecera, como República Checa o Inglaterra, y es posible preparar un producto de muy buena calidad.
La forma más completa de elaborar cerveza artesana es el método "Todo-Grano", elaboración tradicional de cerveza a partir de la malta de cereal. Este procedimiento tiene muchas ventajas, la principal es poder controlar los perfiles de la cerveza que se elabora variando los porcentajes de malta y lúpulo.
Ingredientes:
30 litros de agua declorada 4,5 kilos de malta de cebada
25 gramos de lúpulo
Un sobre de levadura para hacer cerveza (no de panadería) y azúcar.
¿Como hacer la cerveza artesanal?
Maceración:
Se coloca por 90 minutos la malta de cebada en una olla de agua caliente, que tenga una temperatura de entre 67 y 70 grados, teniendo en cuenta que por cada kilo de malta se deben utilizar 3 litros de agua. Revolver para que no se generen grumos indeseados.
Aquí el almidón se transforma en azúcar y se obtiene el mosto, un líquido dulce y denso.
Hervor:
El mosto debe hervirse durante una hora. Mientras tanto, se le va agregando, por partes, el lúpulo, que es lo que le da el amargor y aromatiza a la cerveza. Terminado el hervor, la mezcla de mosto y lúpulo debe revolverse para que los residuos que se generaron en el proceso caigan al fondo de la olla
Enfriado
Una vez que el mosto fue hervido debe pasarse a un fermentador, y para ello, la temperatura del mismo debe descender lo más rápido posible. Esto puede llevarse a cabo de varias maneras, desde la más casera, que es colocar la olla en una bacha con hielo, hasta el método serpentina, el cual consiste en pasar la cerveza por un caño de cobre enrollado y enfriado con hielo.
Fermentación:
A la mezcla de mosto y lúpulo se la vierte en un recipiente para la fermentación, que puede ser un bidón de agua o una heladera de camping. Allí se le agrega la levadura, que convertirá los azúcares del mosto en alcohol. Al recipiente debe hacérsele una trampa de aire para que salga el aire pero para que no entre. Una técnica habitual para este paso es utilizar un bidón de agua y colocarle en su extremo un globo pinchado. La fermentación lleva aproximadamente 10 días y como resultado se obtiene cerveza sin gas. El recipiente para la fermentación debe ser conservado en un ambiente oscuro cercano a los 19 grados.
Maduración y embotellamiento:
Una vez terminada la fermentación debe pasarse la cerveza a otro bidón. Esto se hace para descartar toda la cama de levaduras que se formó en el fermentador y dejar descansar el mosto antes del embotellado. Si este proceso, que dura una semana, se puede realizar en frío mucho mejor, ya que se clarificará de mejor manera la cerveza.