De “sirvientas” y eléctricos servidores.

En Argentina la figura de la empleada doméstica y la de los “eléctricos servidores” tuvieron un papel especialmente notable en la promoción del consumo de artefactos para el hogar, a partir del conjuro y la explotación de las ansiedades despertadas por las transformaciones en el servicio doméstico, así como en las relaciones de género, vinculadas a la presencia más asidua de las mujeres casadas de sectores medios en el mercado de trabajo, y a la emergencia de unas masculinidades domésticas.

Las clasificaciones que habían ordenado los lugares sociales hasta ese momento estaban en juego y el estatus debía confirmarse por distintos medios

La promoción de los nuevos bienes se apoyó en una figura conocida como promesa y garantía de prestigio.

Derechos reconocidos a las trabajadoras

Un ideal de mecanización en el que serían superados el trabajo humano y los conflictos que potencialmente conllevaba

Ser como los Americanos

Idealización de las películas

No hay empleadas domesticas

Mecanización de las tareas domesticas

Sentimiento de seguridad

La extensión de unas masculinidades domésticas y el crecimiento de la participación en el mercado de trabajo de mujeres casadas de clase media,

Tensión en los lugares tradicionalmente asignados a mujeres y varones.

Búsqueda de cotidianidad tecnificada

Conclusion

Se demuestra que en Argentina se promociono el consumo de artefactos del hogar

Sentimientos de prestigio

Ansiedad de la población

Crear un sentimiento de necesidad
a la población

"Si el marido va a lavar los platos
seria en maquina"