El marco general del conocimiento ético

Debido o indebido

El valor moral, positivo o negativo, de las acciones está determinado por el fin,
para el cual tales acciones son un medio. Por tanto, el fin es el que justifica las
normas morales.

la ética es una ciencia normativa, pues observa las normas sociales que pretenden dirigir, o de hecho dirigen, la conducta de las personas y con ello intenta establecer lo que es debido e indebido, observa lo que de hecho hacen las personas y establece si hay regularidades para establecer cuáles son las reglas, normas que de hecho siguen las personas.

Justo o Injusto

los individuos deben establecer las condiciones en que están dispuestos a vivir en sociedad, esto es, las normas de justicia que están dispuestos a adoptar. Para asegurar la existencia de condiciones de imparcialidad y de universalidad que permitan llegar a un consenso en la determinación de los principios de justicia,

Qué nadie admita, por ejemplo, instituciones y normas fundadas en que las privaciones de algunas personas se compensen mediante un mayor bien para todas en general, ya que el hecho de que algunas deban tener menos con objeto de que otras prosperen puede ser ventajoso, pero no justo.

Según Phillipa Foot, los argumentos filosóficos olvidan generalmente los hechos más importantes relativos a las relaciones humanas, por ello no pueden explicar por qué la justicia es deseada y, por tanto, deseable

Y la justicia es deseada y, por tanto, deseable porque apunta a la necesidad que tenemos de obrar justamente con las demás personas, ya que éstas son seres humanos y no objetos inanimados o bestias.

Bueno o malo

Las éticas teleológicas tiene dos grupos, según consideren o no
que “bueno” hace referencia a una propiedad “natural” del humano.

Así tendremos, por un lado,
las teorías éticas naturalistas, que afirman que los términos morales como “bueno” son
propiedades naturales del humano.

Para las éticas naturalistas, los términos morales, como “bueno”, corresponden a
propiedades o cualidades naturales (no morales) observables empíricamente, como
“placentero”, “útil”, etc.

por otro lado, tendremos las teorías éticas intuicionistas,
según las cuales, “bueno” es una cualidad primaria que no puede ser identificada con ninguna propiedad natural.

Por su parte, las éticas intuicionistas
afirman que los términos morales, como
“bueno”, no representan cualidades
“naturales” como “placer” o “felicidad”
(observables empíricamente). Porque existe una barrera infranqueable entre el es y el debe

Para Kant (1724–1804) la pregunta fundamental de la ética no es “¿qué es lo bueno?”,
sino “¿qué debo hacer?”

Es imposible llamar bueno o
perjudicial a lo que “nos dé la gana”. Incluso la propia noción de daño o perjuicio no se basa únicamente en percepciones subjetivas. Sería realmente anómalo ver a alguien con el cuerpo destrozado por una paliza y afirmar que sufre un ligero daño o, más extravagante todavía, afirmar que no ha sufrido daño alguno.

Las virtudes morales tienen
que estar conectadas con el bien o con el perjuicio humanos

la necesidad de reconocer que los valores no se crean por decisión de los sujetos. Eso no se lo cree nadie, afirma Iris Murdoch, a menos que la filosofía le haya corrompido. El cinismo, la crueldad, la indiferencia al sufrimiento, son realmente malos, dada la naturaleza humana.

Virtuoso o valioso

Para llegar a la vida buena, a la vida contemplativa, hay que comportarse bien, es decir, poseer el conocimiento necesario
(prudencia) para poder practicar las virtudes y adquirir el hábito de comportarse de acuerdo con las virtudes.

Para elegir de manera virtuosa entre
placeres y dolores, se requiere aplicar la regla del justo medio y la
prudencia.

Aplicar la regla del justo medio consiste en elegir
entre dos extremos, entre dos vicios, de los cuales el uno lo es por exceso y el otro por defecto.

Pero, además de aplicar la regla del justo medio, también es necesario considerar el
juicio del hombre prudente para elegir qué acción es más virtuosa. De ahí que la
prudencia (saber cómo tener en cuenta las circunstancias para aplicar principios
generales a las situaciones particulares) sea la clave de todas las virtudes.

Cuando un hombre es prudente, es virtuoso, pues la vida virtuosa no
consiste tanto en disfrutar incesantemente de placeres, sino en saber cómo conducirse
en la búsqueda del placer

La justicia depende de las consecuencias de las acciones o de las normas

Comportarse bien” es actuar conforme a la virtud; “vivir bien” es ejercitar la
función propia del hombre.

En general, las éticas de las virtudes sostienen que una persona es virtuosa, no porque “deba” serlo, sino porque “desea” serlo.

si una regla de conducta puede
ser considerada como deber universal, entonces puede considerarse también como una norma moral legítima