Los psicólogos enfrentan tres retos para lograr el reconocimiento de sus intervenciones en el campo de la salud pública:
Traducir los efectos conductuales en implicaciones para la salud.
Demostrar el costo-efectividad de las intervenciones psicológicas.
Ampliar los efectos trabajando con la infraestructura pública.
El informe publicado por el National Research Council (2001) establece seis recomendaciones básicas para el desarrollo de investigación en salud pública.
1) La investigación debe tener un carácter multidisciplinario e involucrar a economistas, epidemiólogos, psicólogos, sociólogos y estadísticos, además de facilitar el diálogo entre política y comunidad.
2) La investigación debe ser de corte longitudinal para que permita clarificar la interrelación entre las variables estudiadas.
3) Debe haber mecanismos nacionales e internacionales que faciliten la armonización y estandarización de los datos recogidos en diferentes países o regiones.
4) Debe darse énfasis a la investigación de corte cooperativo transnacional para facilitar la evaluación institucional y el desarrollo programático de políticas.
5) Es necesaria la consolidación de la información proveniente de múltiples conexiones que haga posible generar vínculos entre las diversas bases de datos sobre salud y población.
6) Es preciso ofrecer un acceso abierto a las bases de datos utilizadas para facilitar otras aproximaciones investigativas.
Conclusión: Es urgente promover el interés de los psicólogos por participar en la formulación de la política pública en general, y particularmente en el campo de la salud, para que tengan una mayor incidencia en los procesos de toma de decisiones en materia de prevención, promoción y atención de la salud.
Los psicólogos, como científicos, deben ofrecer pruebas que cumplan los criterios de validez, confiabilidad y replicabilidad a las personas encargadas de la construcción de la política o de la toma de decisiones que tenga como objetivo mejorar la salud de la población.
El psicólogo en el sistema sanitario es un agente participativo cuya labor va más allá de la intervención clínica, ya que busca alcanzar una mayor compresión del fenómeno de la salud y su relación con diversos aspectos psicológicos.
A pesar de los aparentes avances de la profesión respecto de su participación en lo que a política pública se refiere, la influencia que ello ha tenido en el entrenamiento de los psicólogos para la formulación de políticas públicas ha sido limitada, pues la formación académica no los prepara para responder a todas las demandas de la atención primaria de la salud.
El nuevo modelo de salud pública, propuesto en las distintas conferencias mundiales realizadas, se ha diseñado para que primen las estructuras comunitarias y se permita la incorporación de nuevos profesionales, tecnologías y enfoques en pro de la salud.
Es una ciencia encaminada a prevenir dolencias y discapacidades, prolongar la vida y fomentar la salud y la eficiencia física y mental, mediante esfuerzos organizados de la comunidad.
1986 la OMS plantea los lineamientos para el desarrollo de la política pública en salud, pues subraya la importancia de asegurar la igualdad ante la salud, añadir vida a los años, añadir salud a la vida y aumentar la esperanza de vida.