LA COMUNIDAD DE ISRAEL

Multiplicación del pueblo de Dios

Una vez en Egipto tras varias generaciones la descendencia de Israel se hizo muy numerosa, con el objetivo de evitar una posible revuelta el Faraón los toma como esclavos

Pero el Faraón no se limita solo a esclavizar también engendra muerte y sufrimiento al pueblo de Israel

Por mandato del Faraón todos los niños fueron arrojados al rio, pero hubo uno a quien Dios salvo, ese niño fue Moisés, quien creció en la corte de Faraón, hasta que un día vio como un egipcio maltrataba a un Israelita y mato al egipcio y tuvo que huir al desierto donde vivió mucho tiempo como pastor

La "descendencia" de Abraham llegó a alcanzar en Egipto la categoría de pueblo (Ex 1,17); pero pueblo reducido a esclavitud

Moisés

Moisés, el elegido de Dios para liberar a su pueblo, nace en medio de la dura esclavitud de Egipto.

El faraón decreta la muerte de todos los niños varones: "Todo niño que nazca lo echaréis al Nilo" (Ex 1,22). En este momento nace Moisés y es arrojado al río, pero es "salvado de las aguas" por la hija del Faraón (Ex 2,1-10). El elegido por Dios para salvar a su pueblo es él mismo el primer salvado de la muerte.

Moisés crece en la corte del Faraón hasta que, ya mayor, fue a visitar a sus hermanos y comprobó su penosa situación. Herido en su corazón, Moisés comienza a actuar por su cuenta, intentando defender a sus hermanos, que no le comprenden ni aceptan. Moisés tiene que huir al desierto

Allí Dios se le aparece, le revela su nombre y su designio de salvación. Le envía a liberar a su pueblo de manos del Faraón. También aquí Dios es el primero en intervenir. Llama a Moisés desde la zarza ardiente

vocación y misión de Moisés

Tras cuarenta años de pastoreo, Moisés habla con Dios, en el corazón de la montañosa península del Sinaí, él conduce los rebaños de Reuel por última vez. Allí lo atrae un arbusto flameante, pero una voz milagrosa le prohíbe aproximarse y declara el suelo tan sagrado que para acercarse tendría que quitarse las sandalias

El Dios de Abraham, Isaac y Jacob le designa para liberar a los hebreos del yugo egipcio y conducirlos hacia “la tierra que mana leche y miel”, la región desde hace mucho tiempo prometida a la semilla de Abraham, la futura Palestina

Moisés se despide de Jetró (Reuel) y sale para Egipto con su familia

Lleva en su mano la “vara de Dios”, un símbolo del coraje con el cuál actuará al ejecutar señales y prodigios en presencia de un monarca insensible y amenazante

El episodio de la vara de Aarón es un preludio a las plagas. Ya sea personalmente o por medio de Aarón, algunas veces tras alertar el faraón, otras repentinamente, Moisés provoca una serie de manifestaciones divinas, descritas en un total de diez, a través de las cuales humilla a los dioses del sol y de los ríos, aflige al hombre y a la bestia, y manifiesta un control insólito sobre los cielos y la tierra que incluso los magos se ven obligados a reconocer “el dedo de Dios” en sus prodigios

Su confianza se fortalece, pero él no está circuncidado, y Dios se encuentra con él en el camino y de buena gana lo mataría. Séfora salva a su “esposo de sangre” y aplaca a Dios al circuncidar un hijo. Aarón se une al grupo en el Horeb.

las 10 plagas

Diez calamidades infligidas a los egipcios para vencer la obstinación del Faraón y obligarlo a dejar que los israelitas salieran de Egipto

De las diez plagas siete fueron producidas a través de la acción de Moisés y Aarón o de Moisés solo, y tres, principalmente las cuarta, quinta y décima, por la acción directa de Dios mismo. No se puede establecer con certeza el intervalo de tiempo durante el cual ocurrieron

• Conversión del agua en sangre
• Invasión de ranas
• Piojos
• Moscas
• Peste del ganado
• Úlceras
• Lluvia de fuego y granizo
• Langostas y Saltamontes
• Tinieblas
• Muerte de los primogénitos de Egipto

La final y más dolorosa plaga es la décima los golpeó a destrucción en una noche de todos los primogénitos de Egipto y es cuando Faraón deja salir al pueblo de Israel

Pascua y salida

La liberación comienza con la celebración de la pascua. El exterminio del pecado es gracia de salvación para Israel

La promesa hecha a Moisés, en la revelación del nombre de Yahveh, se cumple en la liberación del pueblo de la esclavitud de Egipto y en la cadena de acontecimientos portentosos relacionados con ella: plagas de Egipto, paso del mar Rojo, travesía del desierto, encuentro con Dios en el Sinaí, conclusión de la alianza y conquista de la tierra prometida

Con la victoria sobre el faraón, el pueblo emprende gozoso el camino del desierto, pero el faraón, al verse privado de sus esclavos, sale en su persecución. Ante el mar Rojo Israel vive la primera prueba de la libertad

El mar les cierra el paso por delante y el ejército del faraón está a sus espaldas: el pueblo sólo ve muerte por delante y por detrás. Pero cuando no hay salida posible, Dios abre un camino en la muerte, abriendo el mar para que pase su pueblo, cerrando sus aguas para ahogar en ellas a sus enemigos. Entonces Moisés y los israelitas entonaron el canto triunfal en honor de Yahveh

La Iglesia ve en el paso del mar Rojo un símbolo del bautismo: "Si el agua de manantial simboliza la vida, el agua del mar es un símbolo de la muerte. Por lo cual, pudo ser símbolo del misterio de la Cruz. Por este simbolismo el bautismo significa la comunión con la muerte de Cristo. Sobre todo, el paso del mar Rojo, verdadera liberación de Israel de la esclavitud de Egipto, es el que anuncia la liberación obrada por el bautismo

La celebración de la pascua será el memorial de la liberación de la esclavitud. El pan sin fermentar será por siempre un memorial del éxodo apresurado y liberador

El desierto

Sostenido por Dios, verdadero guía del pueblo, Moisés conduce al pueblo hacia la libertad, hacia el Sinaí. Sólo un pueblo libre puede aceptar la alianza que Dios le ofrece

El desierto es el camino escogido por Dios para llevar al pueblo a la tierra prometida, aunque no era el más corto entre Egipto y Canaán

El desierto, camino del pueblo de Dios, es una prueba para saber si Israel cree en Dios, única meta auténtica de la vida. El desierto es la prueba de la fe; como lugar árido y estéril, "lugar donde no se puede sembrar, donde no hay higueras ni viñas ni granados y donde no hay ni agua para beber"

En el desierto Dios se revela como salvador de las aguas de muerte de Egipto y conduce al pueblo a las aguas de una vida nueva en la tierra de la libertad

Durante su travesía por el desierto el mana fue la comida enviada milagrosamente a los israelitas durante su estadía de cuarenta años en el desierto

Caía durante la noche en pequeñas hojuelas blancas o granos que cubrían el suelo y tenían la apariencia de escarcha blanca

El maná debía ser recogido por la mañana, pues el calor del sol lo derretía.

Moisés como intercesor

En el desempeño de su misión Moisés tuvo que superar todo tipo de dificultades: en primer lugar, la oposición de los propios israelitas que no aceptaban de buen grado su liderazgo ni comprendían que aquella empresa fuera querida por Dios ni beneficiosa para ellos

Pero Moisés ante todo fue el prototipo del pueblo. En efecto, su vida es imagen de la vida de Israel: su nacimiento prodigioso prefigura el nacimiento del pueblo a través de las aguas del mar Rojo

Cada problema y circunstancia difícil por la que atravesaba el pueblo, era resuelto gracias a la intercesión de Moisés, el hombre de Dios

Gran parte de la vida de Moisés durante la conducción del pueblo de Israel a la libertad, fue de una continua intercesión por este pueblo rebelde, que nunca estaba satisfecho de lo que Dios le proporcionaba. Entonces ahí estaba Moisés intercediendo ante Dios, para satisfacer las necesidades del pueblo

Otro pasaje importante de la intercesión de Moisés, es con motivo de la fabricación del becerro de oro, hecho por el cual Dios se enojó mucho, a tal grado de querer destruir al pueblo, y formar otro nuevo, siendo Moisés el jefe, como se verá en el siguiente numeral ya que este caso sucedió después de la Alianza

La alianza del Sinaí y la Ley

El camino del desierto fue el itinerario escogido por Dios para llevar al pueblo a una vida de comunión con Él, en alianza con El

La alianza parte de Dios, que toma la iniciativa. Dios llama a Moisés para comunicarle las cláusulas de la alianza

La conclusión de la alianza tiene su rito y su memorial. Según Ex 24, la conclusión de la alianza tuvo lugar en una celebración litúrgica

La alianza crea entre Yahveh e Israel una relación de propiedad: "Yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo" (Lv 26,12; Ez 36,28; 37,27; 2Co 6,16; Ap 21,3). Esta pertenencia mutua hace de Israel un pueblo elegido, "un reino de sacerdotes y una nación santa" (Ex 19,6). Se trata de una alianza de amor