PERIODISMO EN EL PERÚ
PERIODISMO COLONIAL
La colonia no tuvo periódicos
Chismógrafos profesionales y murmuradoras se encargaban de transmitir noticias entretenidas y escandalosas.
Las campanas daban cuenta de todo por el número de repiques del metal del bronce que sonaba.
EL PRIMER DIARIO
En 1584 don Antonio Ricardo hizo salir el primer libro de Prensas Limeñas y Sudamericanas
La GACETA DE MADRID, reimpresa desde el año 1715 dependía de la llegada de los galeones y no despertaba curiosidad en los limeños.
Guías astronómicas y geógrafas que titulaba El Conocimiento de los Tiempos
Jaime Bustamante y Mesa, publicaron el 1° de 1790 El Diario de Lima
El afán del periodista era ilustrar, ser útil y ameno; este último no lo conseguía, así que el periódico cansó pronto y el editor se vio obligado hacer uso de un recurso infalible: La crítica.
La víctimas escogidas por la sátira del Diario fueron los miembro de la sociedad Amante del país y redactores del Mercurio Peruano, sin embargo el periódico decayó.
EL MERCURIO PERUANO
Realizó una doble e histórica labor. Al proponerse sus redactores el Perú como objeto de estudio en todos los órdenes del saber.
La más sabia de las publicaciones peruanas, se extinguió a los 3 años (1794) por falta de suscriptores.
LA GACETA Y EL PERIODISMO CONSTITUCIONAL
La gaceta de 1805 a 1810 se llamó La Minerva Peruana y de 1810 a 1821 La Gaceta del Gobierno de Lima.
La gaceta llenaba sus páginas con largas e interrumpidas reproducciones de papeles de ultramar, reales órdenes, manifiestos, bandos, oficios y discursos.
EL PERIODÍSMO PATRIÓTICO
El periodismo agitado por la idea y el pensamiento de la patria no data de 1821
El ejército libertador no olvidó traer la eficacísima cuarta arma: Una prensa.
PERIODISMO POLÍTICO DEL AÑO 27 AL 39
Aparecen dos diarios que representan un ventajoso adelanto material y un concepto más amplio del periodismo: El Telégrafo de Lima y El Mercurio Peruano.
Dos escritores mediocres pero apasionados, José Félix lgoain y Bernardo Soffia, fustigan enconadamente la tiranía de Gamarra y sus secuaces.
El conciliador y la Micelánia fueron superiores a todos los periódicos de su tiempo
Renace El Telégrafo, extinguido en 1829, y ocupa el lugar de El Mercurio, que desaparece.
EL COMERCIO Y SUS COMPETIDORES
El Comercio apareció el 4 de mayo de 1839. Su publicación
sólo ha sido interrumpida una vez: durante la invasión chilena.
En 1839 El Comercio era un diario de avisos, de muy pocas noticias, tan falto de
secciones informativas como El Mercurio o El Telégrafo
El Heraldo amplía su información periodística, estableciendo una "Crónica del capital".
Cae El Heraldo y El Comercio aprovecha, incorporándoselas, sus útiles iniciativas en el periodismo
En 1875, don José Antonio Miró Quesada y don Luis Carranza, adquieren la imprenta de El Comercio.
LOS GRANDES DIARIOS POLÍTICOS(1864-1895)
A partir de 1864 aparecen los grandes diarios políticos debido al creciente industrial y aumento de libertad política.
Los primeros anuncios de este periodismo sería mayor serían: La América (1862-1865) y La Época (1862).
El Tiempo, rebaja el precio de los periódicos y aspira a ser una hoja popular al alcance de las masas.
En 1865 aparece El Bien Público y el diario El Nacional(1865-1903)
El Comercio se banderiza francamente por la candidatura de Manuel Pardo y El Nacional proclama el principio civil, pero simpatizando con don Manuel Toribio Ureta, quien establece tribuna propia de defensa en La República (1871-1872).
La Patria fue tenaz enemiga de la administración Pardo, combatida por Piérola en la prensa y en la acción.
El Comercio, ensancha sus secciones y renueva sus antiguas máquinas
La dictadura de Piérola promueve un conflicto periodístico por el que resultan presos los directores de todos los diarios limeños.
Inaugurada la paz con el tratado de Ancón, reaparecen El Comercio, El Nacional y La Opinión Nacional a quienes incumbe el grave deber de la reconstrucción
El País dirigido por don Julio Hernández, afirma
desde entonces el prestigio luchador de los
diarios demócratas
La campaña periodística contra Cáceres es
violenta, llegando a enlodarse en el pasquín y en
la vedada diatriba del honor privado.
El Diario (1888-1893) La Opinión Nacional, El Nacional defienden ardorosamente al héroe de la
Breña.
Aparecieron nuevos diarios: La Nación (1887-92), El Perú (1886), La Época (1887-88), La
Integridad de Abelardo Gamarra, que continúa hasta hoy
El gobierno de Piérola (1895- 99) combatido en sus comienzos por La Opinión Nacional no tiene ningún
opositor encarnizado en el periodismo.
El gacetillero que representó la intromisión del periodismo satírico en los diarios, desaparece con el periodismo moderno
EL PERIODISMO MODERNO
En los años finales del siglo 19, los periódicos fueron tomados con gran interés por parte de los políticos.
Se empezó a promover un interés propio a todos los ciudadanos
Miles de periódicos son comprados y obtenidos por miles de negocios, encargados de auto promoverse, adquiriendo avances en nuevas maquinarias, aumentando la producción y las paginas.
REVISTAS LITERARIAS Y CIENTÍFICAS; LAS REVISTAS GRÁFICAS
Crónica política y Literaria de Lima publicada el año 1827 y que contiene un material literario apreciable y de buen gusto. La Crónica fue, seguramente, obra de Pando
La Revista de Lima publicó de 1859 a 1863 las
primeras obras de la traviesa bohemia de don Ricardo Palma.
La segunda revista (1873) de este nombre, hereda el título pero no el interés de la revista de Lavalle y
Ulloa.
El Correo del Perú publicado por don Trinidad Pérez, (1871-76) logró reunir las mejores colaboraciones de su tiempo, esforzándose en la presentación gráfica por la que mereció ser premiada en la exposición peruana de 1872.
De 1890 a 1891 es la Ilustración Americana apreciable revista literaria y gráfica.
La Neblina (1896-97) y La Gran Revista (1897) son las revistas de la generación de Chocano.
Contemporáneos (1909) revista de letras, reúne a la generación de 1908. Ilustración Peruana, magazine literario al estilo de Prisma se publica de 1909 a 1912.
La Revista de la Ciencias (1897-913) y La Gaceta Científica de
la Sociedad Amantes de la Ciencia (1884- 903).
Entre los exponentes de la cultura del proletariado merece citarse "El Obrero Gráfico" (1920), órgano de la Federación
Gráfica de Perú.
LOS PERIÓDICOS SATÍRICOS
Mejor acogida que las revistas eruditas tuvieron siempre.
Hay algunos cuyo solo nombre hace reír. Tales El hijo de su Madre, El Volantuso, Los Coscorreones de Pluma, El Coco de Santa Cruz, El Negro, El Fraile, El Burro.
El periódico satírico giraba generalmente alrededor de un solo escritor cuyo ingenio y audacia se debían todas las secciones del periódico, desde el editorial reflexivo y patriótico hasta el chisme insidioso y alegre.
El Corneta tendrían todos los subsiguientes periódicos satíricos la fugacidad y la incandescencia.
Las características predominantes de los periódicos satíricos fueron su volubilidad y su injusticia.
El más célebre compositor de ellos, don José Joaquín de Larriva, doctor en malicia y clérigo trashumante, es también el primer periodista satírico.
Los periódicos satíricos se encargan de continuar la galería burlesca. Su arma predilecta son los apodos.
ANÉCDOTAS Y POLÉMICAS: ACCIÓN DEL PERIODÍSMO
Los más perseguidos por las polémicas fueron naturalmente los periodistas satíricos. Don Andrés Avelino Aramburú. Fue uno de nuestros pocos periodistas, periodista de vocación, porque se entrego entera y noblemente a su tarea.
Una anécdota guardada con respeto en esta casa de Mundial, Preso Aramburú como redactor de El Nacional y amenazado con la muerte por la desenfrenada soldadesca de los Gutiérrez, don Manuel Pardo, candidato entonces a la presidencia con la oposición del gobierno, le envió una tarjeta preguntándole que podía hacer en su auxilio.
Al reverso del ofrecimiento salvador Aramburú escribió estas palabras sugerentes: "En todas las batallas hay muertos y heridos: los muertos a la tumba, los heridos a la ambulancia. El General en jefe sólo se preocupa de vencer". Y se quedó en la cárcel. Así sonriente y galano con su inmarchitable ramillete de violetas en el ojal, este periodista aristócrata afrontaba las asechanzas del peligro.
En 1896 se le apresa por una publicación y se le somete a la jurisdicción ordinaria. El periodista se defiende en el tribunal
pidiendo el sometimiento de su causa al jurado de imprenta.
Se le niega ese derecho y sólo cuando la opinión reclama imperiosamente su libertad, se le absuelve con un auto compasivo.
Entonces el periodista provoca al gobierno una situación difícil y original: se niega a salir de la prisión, mientras no se le juzgue en forma y se pruebe claramente la honradez de su conducta. El gobierno se ve en el caso de echarlo por la fuerza de la cárcel.