La ciencia ficción es un género literario amplio que se caracteriza por la creación de mundos ficticios con tecnologías avanzadas o diferentes a las nuestras, basadas en principios científicos que resultan perceptiblemente reales y coherentes.
Ciberpunk
Es muy curioso cómo la definición anterior, la de distopía, aplica casi exacta al ciberpunk. Este subgénero sí que es famoso y popular, quizá más por su estética retrofuturista y decadente.
El ciberpunk lleva al extremo las sociedades distópicas y les suele dar una perspectiva muy oscura. La humanidad está hecha una mierda y solo un héroe que no es un héroe podrá salvarla.
Neuromante de William Gibson es la bandera del ciberpunk, aunque también tenemos Snow Crash de Neal Stephenson, la ya mencionada Ready Player One de Ernest Cline o mi propia novela, Mariposas de acero.
Si quieres saber más, tengo un artículo entero sobre ciberpunk:
Óperas espaciales
De la clasificación de ciencia ficción por subgéneros, esta es una de mis favoritas.
Como su propio nombre indica, se trata de grandes aventuras situadas en el espacio. Y cuando digo grandes, quiero decir GRANDES. Son tramas heroicas con conflictos de una envergadura enorme y que suelen abarcar distintas razas e imperios galácticos.
Son auténticas epopeyas espaciales.pal
El subgénero de ciencia ficción militar es lo más parecido a una película bélica en el espacio (o en la Tierra, pero puestos a inventarnos algo…) que tiene la literatura. Son novelas muy fáciles y rápidas de leer. Suelen ser muy sencillas, sin comerse demasiado la cabeza, que van a lo que realmente les importa: acción, acción, acción y más acción.
John Scalzi es uno de los escritores que más la ha explotado (con su saga de La vieja guardia), aunque hay muchas novelas de ciencia ficción que llevan el ámbito militar como su principal bandera. Por ejemplo, la saga de Miles Vorkosigan de Lois McMaster Bujold o la Guerra interminable de Joe Haldeman.
El escritor australiano Greig Beck también explota el ámbito militar de la ciencia ficción con sus novelas (por ejemplo Proyecto Arcadia). Y es otro gran ejemplo de cómo la ciencia puede ser casi irrelevante en una novela de ciencia ficción llena de acción.
Subgéneros en la ciencia ficción
Como decía, la clasificación de la ciencia ficción anterior es aplicable a cualquier novela de ciencia ficción. Un libro del género siempre será ciencia ficción blanda o ciencia ficción dura. Vale, también existen los híbridos, pero no es habitual encontrarlos porque siempre hay una categoría que pesa más que otra.
Un ejemplo de híbrido sería La vieja guardia de John Scalzi.
Estos híbridos demuestran que la categoría es una clasificación bastante pobre y que solo sirve para que los autores presuman de toda la ciencia que saben o dejan de saber.
Sin embargo, como la ciencia ficción es uno de los géneros más amplios del mercado literario (en cuanto a sus temáticas), hay una serie de subgéneros recurrentes que se han ganado a pulso el derecho de tener un nombre propio.
Ciencia ficción blanda
Ya te puedes imaginar que esta categoría de la ciencia ficción es opuesta a la ciencia ficción dura.
Aquí no importa que nos inventemos cualquier cosa que, a priori, sea imposible que exista. Las leyes físicas son moldeables al antojo del autor (siempre y cuando no se pase al bando de la fantasía). También se suele considerar como ciencia ficción blanda a todas aquellas novelas cuyo eje es alguna de las consideradas como ciencias blandas: sociología, psicología, ciencias políticas… Ya sabes lo clasistas que son los de ciencias puras y la facilidad con la que tienden a despreciar lo que consideran inferior.
Y no lo digo porque sea ingeniero, sino porque en el mundo académico está muy al día eso de hacer de menos una ciencia menor.rincipal
¿Cuáles son los tipos de ciencia ficción?
El género se suele dividir en dos tendencias: ciencia-ficción hard o dura y ciencia-ficción soft o blanda. En la primera, los elementos científicos y técnicos se tratan con el máximo rigor y juegan un papel fundamental en la trama de la historia. Un ejemplo de este subgénero son las obras de autores como Arthur C.al
Ciencia ficción dura
Como su propio nombre indica, esta suele ser la más dura de leer. Aquí los autores, por norma general, sacrifican la agilidad en la lectura, profundidad en la trama y/o en los personajes para potenciar un desarrollo científico riguroso.
La historia que nos cuentan es un mero vehículo para enseñarnos esa ciencia y esa tecnología que han imaginado y desarrollado a partir de las leyes actuales de la física, química, biología, matemática… en fin, de aquella en la que hayan querido concentrarse.
Antes de entrar en la clasificación, déjame hacerte un breve resumen del viejo artículo llamado qué es la ciencia ficción.
La definición en una línea que dimos en ese post fue que «ciencia ficción es un género que plantea mundos ficticios con una tecnología muy avanzada (o al menos diferente respecto a la nuestra), cuya base científica es perceptiblemente real y coherente».
Porque, como dijimos en ese artículo, las claves de la ciencia ficción son:
Mundo ficticio
Tecnología, ciencia o cambios en la realidad muy profundos
Base científica (pseudo) real
Coherencia
Invita a la reflexión
Hay una clave, un matiz, que quizá se queda fuera de esta definición sacada del contexto de su artículo. Ese matiz es el hecho de que el cambio científico/social/tecnológico debe ser importante. No basta con meter naves espaciales o rayos laser, esas naves y esos rayos deben modificar el paradigma del mundo. Deben ser la esencia sobre la cuál gire la historia.
¿Quién no ha visto o leído alguna de las infinitas adaptaciones de La máquina del tiempo de HG Wells? El viaje hacia el futuro, hacia el pasado, desde el futuro o desde el pasado son una de las temáticas más recurrentes en la ciencia ficción más clásica.
El Mapa del Tiempo de Félix J. Plama es un buen ejemplo de viajes en el tiempo actuales. También tenemos el inicio de la Saga de los Heechee de Frederik Pohl, aunque en estas novelas el viaje en el tiempo es una mera consecuencia de la proximidad de un agujero negro.
Hay decenas de escritores que hablan de los viajes en el tiempo, dando incluso nombre a otro subgénero muy entretenido llamado ucronía o historia alternativa.
Pero ya me he enrollado demasiado con los viajecitos. Si quieres saber más, te invito a leer estas entrada sobre saltos temporales:
La clasificación de la ciencia ficción es algo tan rico y variado como una paleta de colores de Pantone Inc. Puedes coger casi cualquier género o subgénero que conozcas y añadirle al lado la palabra ciencia ficción y obtendrás un nuevo subgénero de ciencia ficción totalmente válido. Ciencia ficción romántica, ciencia ficción policiaca, ciencia ficción ¿feelgood?
Y fíjate que hablo solo del subgénero. Está bien que sepas cuáles son las dos categorías que existen en la clasificación de la ciencia ficción, pero creo que no es adecuado etiquetar las historias como duras o blandas. Es mejor dejar que el lector coja un libro o vea una película y decida en dónde colocarla, sin asustarle antes de hacerlo ;-).
También abunda mucho hoy en día el imaginar sociedades que exacerban algún elemento desagradable de nuestra sociedad actual, que inventan una sociedad alternativa altamente indeseable.
Entre los clásicos de la ciencia ficción tenemos 1984 de George Orwell, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick o Farenheit 451 de Ray Bradbury. Incluso Un mundo feliz de Aldous Huxley, aunque esta última es una utopía más que una distopía.
Actualmente tenemos muchas novelas de este subgénero, algunas muy recomendables. Khimera de César Pérez Gellida, Ready Player One de Ernest Cline o Aniquilación de Jeff VanderMeer son los tres que más me han gustado en los últimos años. De hecho, de las dos últimas han hecho película hace poco, así que ya te puedes hacer a la idea de lo que venden estas ideas.
¿Te imaginas de qué estoy hablando verdad? Pues no, no estoy hablando de zombis. Es posible que los zombis puedan ser una buena representación de novelas de ciencia ficción apocalíptica, pero desde mi punto de vista los zombis no entran dentro de la clasificación de la ciencia ficción. A estas alturas ya deberían ser un género literario en sí mismos.
A lo que me estoy refiriendo es a todas aquellas novelas y películas de ciencia ficción que hablan del fin del mundo o de la vida en el planeta después de algún apocalipsis (nuclear, pandémico, cosmológico…).
Existen dos maneras complementarias de clasificación de la ciencia ficción (tanto escrita como audiovisual). La primera de ellas se basa en la rigurosidad de la ciencia que utilizan que, aunque es muy simplista, representa muy bien los dos bandos que existen dentro de este género.
La segunda, por otro lado, se dedica a hilar más fino y a agrupar las obras según su temática. Una clasificación de la ciencia ficción bastante más acertada, según mi opinión. Porque… si te gustan las novelas de invasiones extraterrestres, ¿qué más te da si es ciencia ficción dura o ciencia ficción blanda? Aunque me estoy adelantando :-).
Por cierto, si quieres aprender más sobre ciencia ficción, su historia, sus géneros, sus autores, sus técnicas y cómo aplicarlo todo para escribir un buen relato, te interesará:
Curso para aprender a escribir ciencia ficción
Como siempre, la literatura escrita en inglés es mucho más precisa que la nuestra. Ellos llaman a la clasificación de la ciencia ficción según su rigurosidad científica la categoría de ciencia ficción y a la clasificación según su tema como el subgénero. Algo que, como te decía, es complementario y no excluyente.
La primera novela que puede ser clasificada sin duda alguna de ciencia ficción es Frankenstein de Mary W. Shelley. Esta novela narra la historia de un científico y su criatura y especula acerca de las implicaciones morales de la ciencia y sus descubrimientos. La misma Blade Runner, una de las obras maestras del cine de ciencia ficción y más de un siglo y medio posterior no trata otros temas. En cierto modo, no deja de ser irónico que sea una mujer quien inaugura un genero que, por lo demás, ha sido casi exclusivamente masculino.
Uno de los autores más aclamados de este periodo es Julio Verne. No es que su obra sea precisamente especulativa; sus fabulosos inventos no tenían más objetivo que servir de soporte a una historia de aventuras, pero su imaginación cautivó a muchos.
Uno de los principales pilares de la ciencia ficción son las obras de H.G. Wells. A diferencia de Shelley, Wells tenía conocimientos de ciencia moderna (el doctor Frankenstein está más cerca de un alquimista que de un científico actual) y su pluma tenía mucha más fuerza; buena prueba de ello es que las cuatro novelas que escribió entre 1895 y 1898 han sido llevadas al cine en numerosas ocasiones, algnunas de ellas tan recientemente como la versión cinematrográfica de La guerra de los mundos de Steven Spielberg.
Algo parecido puede decirse de Un mundo feliz (1932), de Aldous Huxley. Cierto que los conocimientos científicos de la época no permitían hablar de genética, pero las implicaciones morales de manipular los seres humanos antes de su nacimiento para conseguir una hipotética sociedad perfecta son hoy, cuando estamos a las puertas de dominar nuestro genoma, más válidas que entonces.
Ciencia ficción es la denominación de uno de los géneros derivados de la literatura de ficción, junto con la literatura fantástica y la narrativa de terror. Algunos autores estiman que el término es una mala traducción del inglés science fiction y que la correcta es ficción científica.1 Nacida como género en la década de 1920 (aunque hay obras reconocibles muy anteriores) y exportada posteriormente a otros medios, como el cinematográfico, historietístico y televisivo, tiene un gran auge desde la segunda mitad del siglo xx debido al interés popular acerca del futuro que despertó el espectacular avance tanto científico como tecnológico alcanzado durante todos estos años Es un género especulativo que relata acontecimientos posibles desarrollados en un marco imaginario, cuya verosimilitud se fundamenta narrativamente en los campos de las ciencias físicas, naturales y sociales. La acción puede girar en torno a un abanico grande de posibilidades (viajes interestelares, conquista del espacio, consecuencias de una hecatombe terrestre o cósmica, evolución humana a causa de mutaciones, evolución de los robots, realidad virtual, civilizaciones alienígenas, etc.). Esta acción puede tener lugar en un tiempo pasado, presente o futuro, o, incluso, en tiempos alternativos ajenos a la realidad conocida, y tener por escenario espacios físicos (reales o imaginarios, terrestres o extraterrestres) o el espacio interno de la mente. Los personajes son igualmente diversos: a partir del patrón natural humano, recorre y explota modelos antropomórficos hasta desembocar en la creación de entidades artificiales de forma humana (robot, androide, cíborg) o en criaturas no antropomórficas..