La práctica docente es una actividad compleja que abarca múltiples dimensiones, cada una con su propia influencia y relevancia en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Los docentes no solo deben centrarse en la transmisión de conocimientos, sino también en la comunicación de valores, la creación de relaciones interpersonales efectivas y la adaptación a contextos históricos, sociales y culturales diversos.