af Marjorie Molina 5 år siden
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Etapa II: Entendimiento integrativo/ Auto-entendimiento dinámico
Auto-entendimiento dinámico.
La auto-comprensión debe servir a la causa del cambio de conducta. En alguna forma, una actitud de "Ahora veo lo que estoy haciendo y qué tan destructivo es; ¡tengo que hacer algo acerca de ello!"
Escuchar sin estar a la defensiva.
El orientador debe ayudar al cliente a desarrollar la destreza de escuchar, tanto lo que el orientador mismo está diciendo y al medio ambiente fuera de las mismas sesiones de ayuda.
Marcos de referencia alternos.
El orientador efectivo puede ofrecer al cliente marcos de referencia alternos para observar su conducta, a tal grado que éstos sean más precisos y más constructivos que aquellos del cliente.
Confrontación
Desafiar las discrepancias, distorsiones, juegos y cortinas de humo en la vida del cliente y en sus interacciones dentro de la misma relación de ayuda, para desarrollar el conocimiento propio que conduce al cambio constructivo de la conducta.
Proximidad
Disposición a explorar su propia relación con el cliente, a explorar el aquí y el ahora para lograr un mejor entendimiento de sí mismo, de su estilo interpersonal y de cómo está cooperando en el proceso de ayuda.
Auto-descubrimiento.
El orientador está dispuesto a compartir su propia experiencia con el cliente si el compartir realmente ayuda al cliente a entenderse mejor a sí mismo. Es extremadamente cuidadoso
Empatía precisa (nivel avanzado).
El orientador debe comunicar al cliente un entendimiento, empieza a hacer conexiones entre las declaraciones, aparentemente aisladas, hechas por el cliente.
Etapa III: Facilitar la acción / La acción
Actuar
El actuar tiene muchas formas. Puede significar iniciar algún programa de crecimiento
Riesgo
El cliente debe aprender cómo tomar riesgos por sí solo y aprender que es seguro el arriesgarse por sí solo. Esto significa que primero debe tomar pequeños riesgos y ser reforzado en el éxito y ayudado a resistir los fracasos.
Cooperación
Puesto que la elaboración de los programas de acción es generalmente un esfuerzo de colaboración, el cliente debe envolverse en planear la estrategia.
En la Etapa III deben ser orientadas a ayudarle a actuar, cambiar, vivir más efectivamente en cualquier forma razonable y humana al cliente.
El orientador colabora con el cliente en la elaboración de programas de acción, incluyendo técnicas de solución de problemas, procesos de toma de decisiones, programas de modificación de conducta, o adiestramiento en destrezas interpersonales y otras.
Todas las destrezas de la Etapa II.
Todas las destrezas de la Etapa I.
Etapa I: Responder al cliente / Auto-exploración del cliente
Las destrezas de la Etapa I son cruciales.
Destrezas del cliente
Auto-exploración.
Si el orientador es efectivo, ayudará al cliente a explorar los sentimientos y conductas asociados con las áreas problemáticas de su vida.
Destrezas del orientador
Ser concreto.
El orientador debe llevar el proceso de ayuda a sentimientos concretos y a conducta concreta.
Genuinidad
La ayuda no puede ser falsa. El orientador debe ser espontáneo, abierto. Debe ser humano con el ser humano frente a él.
Respeto
La forma de tratar al cliente debe expresar respeto, que básicamente está "para" él, que quiere estar disponible para él y trabajar con él.
Empatía precisa (nivel primario)
El orientador debe responder al cliente en una forma que muestre que ha escuchado y que comprende cómo se siente el cliente y lo que está diciendo sobre si mismo.
Fase de pre-ayuda
Meta del orientador: prestar atención
El orientador debe escuchar atentamente a su cliente tanto los mensajes verbales como los no verbales