af javier jimenez 11 år siden
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Mere som dette
Medir la opinión del cliente y realizar auditorias internas periódicas
Gestionar convenientemente los productos no conformes (por medio de correcciones y acciones correctivas). Gestionar las posibles desviaciones (por medio de acciones preventivas). Usar la mejora continua (implantando acciones de mejora)
Controlar la producción y validar los procesos. Permitir la trazabilidad cuando sea necesario. Controlar los equipos de medida (calibraciones, verificaciones…)
Planificar la realización del producto (o prestación del servicio). Revisar y verificar/validar el diseño y desarrollo. Determinar los requisitos del cliente y los necesarios del producto. Establecer un sistema de control de cambios
Gestionar los recursos adecuadamente (incluidos RR.HH., infraestructura…). También, gestionar adecuadamente el proceso de compras, verificando los productos y servicios adquiridos
Tener un sistema de control de documentos y registros. Definir las responsabilidades de cada persona en la dirección. Tener un sistema de comunicación interna. Revisar el SGC periódicamente.
Determinar los procesos que incluirá el SGC, así como la forma de tenerlos controlados para asegurar su correcto funcionamiento. Crear un Manual de Gestión de Calidad que documente el alcance del SGC y los procedimientos. Además, documentar una política de calidad y establecer objetivos de calidad
Mejor tratamiento con proveedores y clientes
Muchas empresas exigen a sus proveedores tener implantada una ISO 9001 o equivalente. Además, si esta está certificada, para muchas empresas sirve como punto de partida para poder auditar a sus proveedores y para tener garantías de que estos son de confianza.
Estandarización de los sistemas de gestión de calidad
Al tener todos los SGC unas reglas comunes, los trabajadores del sector ya saben qué es lo que se les puede exigir y cómo funciona la forma de gestionar temas como las no conformidades, documentación, reclamaciones de clientes, etc.
Aseguramiento del buen funcionamiento de la organización
La ISO 9001 sirve como guía acerca de cómo deben funcionar los aspectos técnicos de las organizaciones. Tomándola como punto de partida nos aseguraremos de que la gestión de la calidad en nuestra empresa es la correcta.
Implantar un SGC dentro de un Sistema de Gestión Integrado (SGI): De forma adicional a los puntos anteriores, si la empresa cuenta con otros sistemas de gestión (por ejemplo, ISO 14001 para el Sistema de Gestión Ambiental), estos sistemas se pueden integrar en un solo “Manual Integrado” que incluya en el mismo documento todos los requisitos a cumplir
Implantar un SGC sin certificarse: Si la empresa no quiere certificación, se puede optar por implantar la ISO 9001 sin ser certificado. Esto tiene ventajas e inconvenientes: por un lado se ahorra tiempo y dinero en auditorias externas y se puede implantar el SGC menos rígidamente, pero por otro lado la empresa no tendrá ningún certificado “oficial” que acredite ante posibles clientes o grupos de interés el cumplimiento de esta norma.
Implantar un SGC certificándose externamente: Al certificarse según ISO 9001, un auditor externo verificará periódicamente que la organización cumple con los requisitos establecidos por la norma. Esta certificación valdrá para como “garantía” a posibles clientes que necesiten corroborar que la empresa tiene implantado un SGC