Las fuentes de información científica se clasifican en tres categorías principales: primarias, secundarias y terciarias. Las fuentes primarias contienen datos originales y sin interpretar, provenientes de actividades creativas, investigaciones o trabajos intelectuales.
Permiten confirmar o ampliar la información primaria. Por ejemplo: diccionarios, atlas, anuarios, censos, enciclopedias, índices, base de datos, bibliografías.
Se usan cuando no se puede tener acceso a la fuente primaria, cuando ésta no es confiable o cuando los recursos son limitados.
Brindan información primaria reorganizada, extraída, interpretada o sintetizada.
Son el resultado de una actividad creativa, de una investigación o de cualquier trabajo intelectual. Contienen información de primera mano y se utilizan durante los procesos investigativos.
Su contenido no ha sido evaluado, filtrado, alterado, modificado ni interpretado.
Tienen datos o información original y nueva.
Fuentes terciarias
Por ejemplo: bibliografía de bibliografías o guías de obra de consulta y referencia.
En ellas se reúnen documentos que contienen títulos de publicaciones periódicas.
Son documentos que compilan información de fuentes secundarias.