Los derechos de la infancia son fundamentales y no pueden ser vulnerados bajo ninguna circunstancia. Entre ellos se encuentran el derecho a la salud, que garantiza el acceso a servicios médicos adecuados, y el derecho al esparcimiento, que asegura tiempo y espacios para jugar y desarrollarse.
Todos y cada uno de los derechos de la infancia son inalienables e irrenunciables, por lo que ninguna persona puede vulnerarlos o desconocerlos bajo ninguna circunstancia.
Derecho a la identidad
Derecho a recibir una alimentación rica en aportes nutricionales.