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af Juan Abreu 6 år siden

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MapaMental

En Venezuela se están realizando esfuerzos para desarrollar un Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, que incluye la creación de un marco legal adecuado y servicios de financiamiento.

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Juan de Abreu C.I: 16.750.508

El Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación

Existen iniciativas y adelantos para desarrollar y consolidar un verdadero Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI): el marco legal y normativo y los servicios de financiamiento y de apoyo existentes, algunas de las instituciones actuales, la demanda de la industria petrolera.

Se requiere elevar la competitividad de las Pymes
Elevar la competitividad de las pymes y su productividad, requerirá un enorme esfuerzo y la adecuada implementación de políticas públicas que generen un entorno propicio a la innovación. En particular, los empresarios de las pymes lucen poco conscientes de las necesidades de activar estos procesos, que requieren:
Existen en Venezuela numerosos organismos e instituciones, tanto públicos como privados, que brindan apoyo al sector empresarial, particularmente a las pymes (pequeñas y medianas empresas), ofreciendo asistencia técnica, información, formación, acceso a financiamiento, asesorías en la modernización, desarrollo tecnológico, consultorías, etc.
Los servicios de información constituyen una gran debilidad
Los servicios de información constituyen una debilidad principal detectada en el SNCTI. La información está desactualizada, es incompleta, poco confiable y de difícil acceso para los usuarios del Sistema.
Actualmente se consolida el sistema de calidad nacional, gracias a la introducción de un nuevo y más adecuado marco legal. El proceso de certificación es voluntario, y no existen indicadores confiables que permitan evaluar la situación de las empresas nacionales frente a los patrones de calidad nacional e internacional, pero el número de certificaciones otorgadas por FONDONORMA ha ido en incremento.
El acceso al financiamiento sigue siendo una traba
El régimen de protección a la propiedad intelectual, a nivel de las leyes nacionales vigentes y a nivel institucional, se encuentra desactualizado. Actualmente, responde al marco de acuerdos y requerimientos internacionales.
Debe resaltarse que hasta finales de 2001 se logró, por el sector empresarial, una participación más activa en los programas de financiamiento para la innovación, pero estas acciones son todavía insuficientes. La demanda de ciencia y tecnología nacional por parte del sector productivo es insignificante y, en general, no emplean recursos humanos de alto nivel
El acceso al financiamiento sigue siendo una de las principales trabas para las actividades de innovación. Las instituciones de apoyo público existentes son todavía burocráticas e ineficientes.
Desarrollo desigual de las capacidades de ciencia tecnología
En esto se incluyen, no sólo los Consejos de Desarrollo Científico y Humanístico, FUNDAYACUCHO y otros entes que atienden al sector universitario, sino también los componentes del Sistema Financiero Público Nacional que dependen de otros Ministerios, así como los diferentes fondos regionales.
El FONACIT, creado a partir del antiguo CONICIT, es el organismo público que asegura una gran parte del financiamiento en el área de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Existe un desarrollo desigual de las capacidades de ciencia y tecnología en el interior del país. Las mayores capacidades se concentran en la zona nor-occidental, donde se ubican las principales universidades y centros poblados del país.
Las instituciones de educación superior deben ser reformadas
La calidad, el nivel y la actuación de estas entidades es muy heterogénea. Al lado de instituciones como el IVIC, que ha mantenido un relativo prestigio a nivel nacional e internacional, se encuentran casos como el del INIA, que se deterioró apreciablemente, o el del CIEPE, que presenta una productividad baja.
Las Instituciones y Centros de Investigación del país, a pesar de contar en gran parte de los casos con una adecuada infraestructura y personal altamente calificado, presentan bajos índices de productividad, tanto si se atiende a indicadores de productividad científica, como si se evalúa el área tecnológica y de servicios.
Las Instituciones de Educación Superior en Venezuela deben también someterse a un proceso necesario de reformas. En particular, no mantienen políticas claras y efectivas en las actividades de I+D.
Existe un marco legal y normativo acorde con las necesidades de desarrollo del país
Los Ministerios continúan siendo en su mayoría y a pesar de los esfuerzos realizados, pesadas instituciones burocráticas, ineficientes en buena medida, con poca capacidad de ejecución, presencia de corrupción, poca transparencia en la toma de decisiones y baja confiabilidad, de acuerdo con la opinión pública generalizada.
La administración pública presenta grandes debilidades a nivel institucional. Los Ministerios y las instituciones públicas en general han iniciado un proceso de modernización en la gestión, en los servicios de información y atención al usuario y en los procesos de evaluación y seguimiento
En los últimos años se ha hecho un gran esfuerzo por desarrollar un marco legal y normativo acorde con las necesidades de desarrollo del país. Existen actualmente instrumentos jurídicos modernos y novedosos que proporcionan un marco adecuado a los procesos de innovación.
Las capacidades en ciencia y tecnología han mejorado en los últimos años
El capital humano en Venezuela es de nivel intermedio. El promedio de educación de la fuerza de trabajo es de 5to grado de primaria. El recurso de alto nivel es poco empleado por el sector empresarial, particularmente por las pymes. Un gran esfuerzo debe concentrarse en la formación de investigadores y en la educación a todo nivel. Deben retomarse programas creados en 2001 como el “Programa del Investigador Nóbel Industrial”.
El país presenta un cuadro que hasta 2002 fue optimista, en cuanto a la utilización y a capacidades de desarrollo en tecnologías de información y comunicación, que debe ser relanzado y aprovechado, puesto que su potencial no ha sido atendido adecuadamente en períodos recientes, perdiéndose el impulso de 2001 y 2002.
Las capacidades en ciencia y tecnología han mejorado en los últimos años. Sin embargo, las actividades de I+D (Investigación y Desarrollo) se realizan fundamentalmente en universidades y centros públicos, con poca vinculación con el sector empresarial y la sociedad. La inversión en Ciencia y Tecnología es escasa, con muy poca participación del sector privado