San Agustín, un influyente pensador del siglo IV, argumentaba que la verdad y la máxima realidad, representadas por Dios, se encuentran en el interior del ser humano. Para acceder a este conocimiento supremo, consideraba esencial la iluminación divina, un proceso que permite alcanzar la sabiduría.
TIEMPO. Junto con el mundo material fue creado el tiempo. Sólo existía antes del tiempo Dios y por lo tanto, es eterno. Para San Agustín ni el pasado ni el futuro existen, sólo el presente. Ese instante que tiene existencia real.
ORDEN JERÁRQUICO. En la cima se encuentra Dios, causa de todo. Después están las almas que, sin ocupar espacio pero sí tiempo, buscan la verdad eterna en su interior. En un nivel inferior están los cuerpos y todas las cosas materiales.
Todas las cosas del mundo son importantes porque encarnan el modelo existente en la mente divina.
Todas las cosas del mundo tienen en Dios sus correspondientes ideas ejemplares desde la eternidad. A partir de dichas ideas existentes en Dios , ha sido creado el mundo.
Neoplatonismo y cristianismo.
Para San Agustín, los filósofos no cristianos, poco tienen en cuenta la fe y por esta razón, no encuentran el camino hacia Dios.
San Agustín afirma que Dios no se desborda sino que crea el mundo desde la nada en un acto libre y amoroso.
A pesar de que la filosofía neoplatónica habla de Dios y afirma que todo procede de Él, describe el proceso de emanación desde Dios hasta la naturaleza como un hecho necesario en el que no interviene la voluntad del creador.
Visión del ser humano
Libre albedrío: es la capacidad de decidir libremente; pero es una capacidad debilitada por el pecado original. Con la gracia, el libre albedrío tiende al bien.
El alma entiende (es inteligente), quiere (tiene voluntad) y recuerda (su identidad perdura en el tiempo)
Interpreta el ser humano según el modelo dualista platónico: el hombre es un alma inmortal en un cuerpo mortal. El alma no ha existido eternamente; fue, creada por Dios. No obstante, como herencia del pecado original, el alma esta dominada por el cuerpo.
RAZÓN Y FE.
La iluminación divina es fundamental para acceder al más elevado conocimiento que es la sabiduría. Así mismo, el alma no se siente satisfecha, hasta que no descansa en la sabiduría.
AUTOCONCIENCIA. En el interior de uno mismo se encuentra la verdad y la máxima realidad, Dios. Sólo es posible reconocerlo si se recibe la iluminación divina.
Reconocía que la razón y la fe pertenecen a ámbitos distintos. Sin embargo, los dos contribuyen en la búsqueda de la verdad divina. La razón ayuda al ser humano a obtener la fe y a su vez, la fe, orienta y guía la razón.
OBRA
Es el puente entre un mundo agonizante y otro nuevo, cuyas bases fueron establecidas por él. Su pensamiento es el resultado de la coexistencia de cuatro factores.
El hundimiento moral y político del mundo romano.
La aparición del pensamiento cristiano con un mensaje de salvación para todos.
La aparición de una filosofía de gran calidad que incluía una visión sobrenatural del mundo y de la vida.
El proceso de degeneración de las filosofías helenísticas.