Los relojes mecánicos han sido una herramienta fundamental para medir el tiempo, aunque su funcionamiento está marcado por diversos desafíos como el rozamiento, el desgaste de sus piezas, la pérdida de lubricación y las variaciones de temperatura y humedad.
El funcionamiento de un reloj mecánico está sometido al rozamiento de todas sus piezas, al desgaste de las mismas, a la pérdida de lubricación, a las variaciones de temperatura y humedad, a su vulnerabilidad a los golpes o al movimiento de quien en su caso lo porta, por lo que su precisión es variable, si bien fueron la principal forma de medir el tiempo hasta la aparición en los años 70 de los relojes de cuarzo, basados en la tecnología electrónica, y que son mucho más exactos.
EL MECANISMO DE LOS RELOJES DE AGUJA
Una de las herramientas más comunes y de uso cotidiano en el mundo entero, son los relojes, útiles aparatos que fueron inventados para medir el curso del tiempo.