von Laura Bolaño Vor 5 Jahren
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Esta obra es sin duda una representación más de nuestra historia colombiana y no solo eso. Tal vez podríamos afirmar que lo que la hace única es la manera de contar los hechos, de pintar imágenes con palabras, de convertir en una especie de ficción real un hecho que marcó la historia de nuestro país, y que la seguirá marcando, ya sea por el recuerdo o por situaciones similares que se presenten en nuestros días. La casa grande es más que una novela de estructura innovadora; es la composición musical del recuerdo vigente de un suceso difícil de olvidar.
En particular me gustó mucho este libro, alvaro cepeda samudio tiene esa gran característica de que sus obras se interpreten con el valor de la esperanza. Este libro nos deja una gran enseñanza ¡nosotros somo el pueblo, abramos los ojos, despertemos de una vez! el pueblo-poder soberano.
En este libro no hay un solo muerto, y el único soldado que recuerda haber ensartado a un hombre con una bayoneta en la oscuridad no tiene el uniforme empapado de sangre «sino de mierda».
Esta manera de escribir la historia, por arbitraria que pueda parecer, es una esplendida lección de permanencia poética. Sin quitar la realidad ni mistificar la gravedad política y humana del drama social, Cepeda Samudio lo ha sometido a una especie de purificación alquímica y solamente nos ha entregado su esencia mítica.
La casa grande hace referencia a esa masacre de las bananeras que ocurrió en 1928 donde el gobierno mando a justiciar a los jornaleros que trabajaban en los campos del banano y que se habían declarado en huelga frente a las condiciones del trabajo “su libro es una muestra de que la justicia no existe, sino las leyes y por encima de éstas el poder”.
Se aclama justicia, Se pide compasión, Se escucha la voz de un pueblo unido por una misma causa, ¡mejor trato! ¡Aumento de sueldo! Reivindicación Social ¿es mucho pedir? como dice Consuelo Gaitán: (la casa grande), Esta novela es el paradigma de lo que muy probablemente explica la esencia del devenir de Colombia: Impunidad.
