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von Susana Medina Vor 2 Jahren

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La novela sentimental

Las novelas sentimentales de la Edad Media española tienen una marcada exaltación del yo enamorado, quien, a pesar de apegarse inicialmente a las leyes del amor cortés, termina ignorándolas, lo que provoca desenlaces trágicos.

La novela sentimental

Deyermond, A. D. (1974). Historia de la literatura española (tomo 1: La Edad Media). Ariel. (p. 189).

Pérez, R. A. (2018, 8 abril). La novela sentimental de los siglos de oro. Lengua y Literatura. https://lenguayliteraturap.blogspot.com/2018/04/la-novela-sentimental-de-los-siglos-de.html Castillo, Isabel. (8 de abril de 2021). Novela sentimental. Lifeder. Recuperado de https://www.lifeder.com/novela-sentimental/ Tabuenca, E. (2020, 23 enero). Características de las novelas sentimentales y ejemplos. unprofesor.com. https://www.unprofesor.com/lengua-espanola/caracteristicas-de-las-novelas-sentimentales-y-ejemplos-3923.html

Bibliografía consultada

Referencias bibliográficas

La novela sentimental

tiene como autores y obras representativas a

Juan Segura
autor de «Processo de cartas de amores».
Luis Ramírez de Lucena
autor de «Repetición de amores».
Juan Cardona
autor de «Tratado notable de amor».
Don Pedro de Portugal
autor de «Sátira de felice e infelice vida», escrita en castellano con título en portugués; contrario al título, no es una sátira.
Juan de Flores
autor de «Grimalte y Gradissa» y «Grisel y Mirabella».
Diego de San Pedro
autor de «Cárcel de amor», obra condenada por la Santa Inquisición por el contenido profano.
Juan Rodríguez de la Cámara (o del Padrón)
autor de la primera novela sentimental española «Siervo libre de amor».

se caracterizan porque

Se exalta el yo enamorado, quien luego rompe el código cortés
el yo enamorado se apega al sistema de valores de las leyes medievales del amor cortés; sin embargo, en medio del enamoramiento, los obstáculos y demás, el enamorado ignora ese código provocando el rechazo definitivo de la amada y, posteriormente, el desenlace trágico.
El protagonista masculino debe dar el perfil del perfecto amor
en tanto, debe asemejarse al héroe de las novelas de caballería, debiendo ser liberal, cortés, atrevido, sensato y leal. Asimismo, debe mantenerse firme en su esclavitud amorosa por la dama.
En general, se conforman como tratados del amor
algunas se desarrollan bajo formas alegóricas, simbólicas y con debates de temática feminista, lo que deriva en que tengan largos monólogos expositivos.
El destinatario de la narracción es uno o varios personajes
usualmente, se destinan a cortesanos o nombres que han solicitado que se les escriba; es por esto por lo que el lenguaje está acorde con el nivel sociocultural de estas personas: lenguaje culto, elevado, artificioso y lleno de recursos retóricos.
Están escritas bajo la técnica epistolar
incluyen cartas como elemento estructurador narrativo y para potenciar la expresión de los sentimientos amorosos de los personajes.
Son novelas cortas
usualmente son escritas bajo un «falso autobiografismo» en el que el narrador está en primera persona, pues también es personaje, pero no protagonista.

Según Cortijo Ocaña (2001), la evolución de la novela sentimental se desarrolló en tres etapas:

Etapa de imitación y traducción (1493-1550)
En esta etapa se van incorporando elementos de otras formas literarias, nuevos elementos amorosos más propios del Renacimiento y basados en la academia neoplatónica florentina, además de preocupaciones de la época (como la dignidad del hombre ante el amor).
Etapa de las obras clásicas (1470-1492)
Es la «edad de oro» del género, pues se fijan las características, se amplían los subtemas dentro del amor cortés, la forma se vuelve más compleja y la técnica de escritura se perfecciona. Asimismo, se intensifican las relaciones intertextuales y las semejanzas en las estructuras, los recursos retóricos y los argumentos. Se generaliza el tratamiento morboso de la muerte, aparece la violencia y se duplican las tramas.
Etapa inicial (1440-1465)
Se considera que este es el inicio del género, primero surge la obra «Siervo libro de amor» (1440) de Juan Rodríguez del Padrón, la cual abre el género. En esta etapa la escritura no está tan estructurada, por lo que hay similitud en las formas narrativas y en las temáticas (servidumbre amorosa, crueldad de la amada al amado…,).

El origen de la novela sigue en discusión, pues se considera que, al menos, la forma oral, inicia con los cancioneros españoles. Sin embargo, la forma escrita, tiene sus orígenes en:

La tradición ovidiana
tuvo amplia repercusión en las letras castellanas desde su incorporación en «General estoria» de Alfonso el Sabio y textos similares, los cuales pudieron influir en la concepción de los males que derivan de las relaciones con las mujeres, las necesidades de «sanar el mal del amor» y en «la forma epistolar y el doliente dramatismo» (Canavaggio, J., 1994).
La narrativa caballeresca de materia artúrica
cuyos textos habían estado traduciéndose al castellano y difundiéndose entre los burgueses.
La novela erótica italiana
como la «Fiammetta» de Boccaccio, que se desarrolla en el modelo del amor apasionado, el cual provoca una neurosis obsesiva erótica.

el tema fundamental era

el amor cortés
este se materializa en uno de los dos protagonistas que solo vive y piensa en torno a su amor, el cual se presenta con alto contenido retórico e historias de amor idealizado y muy apasionado. Se presenta en las vertientes del flechazo amoroso, el deseo, la pasión sexual, el amor prohibido, etc.

Es el nombre con el que se denomina al subgénero de la novela que se popularizó en España a finales del siglo XV. Surge como una reacción a la austeridad, teniendo como temática principal el amor cortés.