La cavidad oral alberga una diversidad de microorganismos que interactúan con múltiples factores fisicoquímicos y biológicos, creando un ecosistema complejo. Entre estos microorganismos se encuentran géneros como Streptococcus, Actinomyces, Lactobacillus y Veillonella, que se adhieren a diferentes superficies orales, incluidas las encías y el dorso de la lengua.