von Arely Aranda A Vor 3 Jahren
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Las 3° situaciones son aquellas en las que hay isomorfismo parcial entre la construcción de las percepciones y de las nociones correspondientes; y en donde, en consecuencia, la percepción prefigura la noción.
Prefiguración puede adoptar 2 términos diferentes: el de una filiación, cuyas preferencias gestaltistas y aristotélicas son conocidas; o el de una simple analogía en los procesos de construcción, con afinidad colateral y no directa, siendo la fuente común el esquematismo senso-motor.
La percepción disminuye, mientras que la noción se desarrolla.
▪Percepción: sólo proporciona instantáneas que corresponden a tal o cual punto de vista, que es del sujeto en el momento considerado.
▪Noción: supone la coordinación de todas las perspectivas y la comprensión de las transformaciones que conducen de un punto de vista a otro.
El método adecuado para discutir el problema consiste en elegir determinado número de nociones cuya evolución pre-operatoria y operatoria se conoce bien, y analizar las percepciones correspondientes.
Tiene cierto interés señalar que éste no empieza, pues, sino hacia los siete años, edad en que se debilita fuertemente el sincretismo y en la que los movimientos oculares están mejor dirigidos, y, sobre todo, la edad en que se constituyen las primeras operaciones lógico-matemáticas, es decir, en que la actividad perceptiva puede ser dirigida por una inteligencia que capta mejor los problemas: no es, naturalmente, que la inteligencia sustituya entonces a la percepción, pero, al estructurar lo real, contribuye a programar las tomas de información perceptiva, o sea, a indicar lo que se trata de mirar con más atención.
Ya se ha visto que si los efectos del campo siguen relativamente constantes con la edad, las actividades perceptivas se desarrollan, por el contrario, progresivamente. Tal es el caso, ante todo, de la más importante de ellas: la exploración de las configuraciones por desplazamientos más o menos sistemáticos de la mirada y de sus puntos de fijación (centrations).
Las actividades perceptivas que suponen desplazamientos de la mirada en el espacio o comparaciones en el tiempo, orientados, unos y otras, por una búsqueda activa del sujeto: exploración, transporte en el espacio o en el tiempo, transposición de un conjunto de relaciones, anticipaciones, establecimiento de referencias de las direcciones, etc.
Las actividades perceptivas se desarrollan a los 9-10 años: percibirá referencias y direcciones.
Los efectos de campo o de centration que no suponen ningún movimiento (actual) de la mirada y son visibles en un solo campo de centration.
oSiguen siendo cualitativamente los mismos en cualquier edad.
oProporcionan percepciones aproximadamente adecuadas
oSon siempre parcialmente deformantes: “ilusiones”/deformaciones sistemáticas, siguen siendo cualitativamente las mismas en cualquier edad.
▪Disminuyen de intensidad/valor cuantitativo con el desarrollo
Dos problemas de percepción pueden relacionarse con las reacciones senso-motoras del 1° año:
- Constancia del tamaño de la percepción: es el tamaño real de un objeto situado a distancia, con independencia de su aparente disminución.
- Constancia de la forma: es la percepción habitual del objeto.
Luego la causalidad senso-motora que hemos llamado "mágico-fenoménica" es precisamente independiente de todo contacto espacial y no puede derivarse de la causalidad perceptiva, sometida en el niño a condiciones de impacto mucho más exigentes.
Se sigue buscando explicar la constitución del objeto permanente por factores perceptivos. Así, por ejemplo, Michotte ve en esa permanencia un producto de los efectos perceptivos denominados por él "efecto pantalla" y "efecto túnel". El “efecto túnel” no es primitivo, y no se constituye sino una vez adquirida la permanencia del objeto; un efecto perceptivo en este caso sería netamente determinado por los esquemas senso-motores.
Se inicia antes de la constancia del objeto permanente; pero después de la coordinación de la visión con la aprehensión.
Se supone que acá interviene una interacción entre la percepción y el esquema senso-motor; porque la primera no basta para explicar lo segundo (la búsqueda de un objeto. desaparecido sólo depende de su forma), ni el segundo a la primera.