von Luis Jimenez Vor 3 Jahren
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La Europa del Este mira cada vez con mayor atención el modelo occidental, fundamentado en el respeto y la defensa de los derechos fundamentales. Este es el camino que conduce a una Europa sin fronteras económicas, sin divisiones ideológicas y sin realidades militares.
Desde entonces, comienza a esbozarse en el horizonte europeo una meta que, de alcanzarse algún día, significaría el rechazo definitivo de toda tentación expansionista y de todo aventurismo totalitario
En mayo de 1949, nacía el Consejo de Europa, con la visión puesta en la edificación de un espacio privilegiado para la defensa de los derechos humanos y para la protección de las libertades. Dos años más tarde, abril de 1951, le llegaba el turno a la Comunidad Europea del Carbón y del Acero.
la Coexistencia Pacífica de N. Kruschev consistía en que cada una de las dos súper potencias demostrase universalmente las excelencias de cada sistema, en un proceso emulativo, marginando el uso de la fuerza en sus relaciones mutuas
Con el decurso del tiempo mostró su irracionalidad, permite establecer algunos rasgos definitorios no sólo de su esencia sino también de su comportamiento táctico.
La presencia de las súper potencias no es sólo ideológica, sino también económica y militar, lo que no es obstáculo para que, en situaciones límites, también estén presentes con sus propias fuerzas armadas, pero cuidando exquisitamente que nunca coincidan en un mismo conflicto armado los ejércitos de la Unión Soviética y los de Estados Unidos
Este período en estudio es el mismo en el que acaece la descolonización y donde surgen numerosas guerras de liberación nacional; en esta perspectiva, situaciones como la del Sudeste Asiático o el Cercano Oriente son ilustraciones adecuadas de estos conflictos rigurosamente localizados.
La Guerra Fría no es un mensaje abstracto vacío de contenido, necesitaba y necesita, para su pervivencia, ser retroalimentado por tensiones continuas; un estado de alerta permanente, de desconfianza recíproca, donde desempeña un papel básico la llamada guerra de propaganda o ideológica; el espíritu de cruzada sin cuartel, en una acción de doble sentido, requiere aquellas tensiones.
La ausencia, la renuncia, la imposibilidad de la guerra generalizada, de la guerra total, que por la utilización de las armas nucleares equivaldría a la extinción de la existencia de parte considerable del género humano.
QUE SE PRESENTA CARACTERIZADA POR 5 GRANDES RASGOS
La incidencia que los fenómenos más arriba descritos han tenido sobre la misma disciplina académica de las relaciones internacionales que, casi olvidadas ya por los expertos sus naturales aspiraciones cienlíficas
Como se ha señalado en los párrafos anteriores, la bilateralización de las relaciones internacionales ha destrozado el concepto clásico de gran potencia y ha fulminado la figura equilibradora del Directorio
El no a la guerra nuclear y a la guerra generalizada ha supuesto, de rechazo, la proliferación de conflictos armados localizados, regionales, en la periferia del sistema; un sistema quizá ejemplar, por sus efectos demostrativos, en Europa, pero que ha corrido con todos los gastos y con todos sus riesgos en el exterior
La aparición del riesgo nuclear, no como hipótesis sino como posibilidad real, transformará el concepto de guerra total, la idea de guerra generalizada; las armas nucleares han hecho imposible, hasta la fecha, el enfrentamiento armado directo entre las dos súper potencias; pero, en paralelo a este fenómeno y a la carrera armamentista
Hegemonía de las dos súper potencias nucleares que diseñan muy rápidamente sus respectivas zonas o esferas de influencia, articulándolas en mecanismos económicos inflexibles y en sistemas militares cerrados.