La Prehistoria se divide en dos grandes edades: la Edad de Piedra y la Edad de los Metales. La Edad de Piedra incluye tres periodos: el Paleolítico, caracterizado por el uso de herramientas rudimentarias de piedra y la vida nómada; el Mesolítico, una fase de transición hacia la sedentarización; y el Neolítico, donde se desarrollaron la agricultura y la domesticación de animales, permitiendo el asentamiento de comunidades.
Es la primera etapa de la historia la cual se entiende como un período de tiempo durante la cual la especie humana desarrolló actividades completamente primitivas.