La interacción entre el hombre y la naturaleza ha sido un proceso constante y acumulativo que ha moldeado el paisaje y las regiones a lo largo de la historia. Paul Vidal de la Blache, un destacado geógrafo francés, desarrolló el concepto de posibilismo geográfico, donde se destaca que las acciones humanas tienen un rol fundamental en la transformación de los espacios naturales.