von Danna Rodriguez Vera Vor 1 Jahr
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PRESENTADO POR:DANNA NAOMI RODRIGUEZ VERA
Características
La diferencia fundamental entre un bien y un servicio radica en su tangibilidad: los bienes son objetos físicos que se pueden ver y tocar, mientras que los servicios son intangibles. Al consumir un servicio, los clientes se quedan con la experiencia y la satisfacción de haberlo utilizado. Esto tiene implicaciones importantes a la hora de evaluar la calidad de un servicio, ya que resulta más complejo y subjetivo valorarlo. Sin embargo, es importante destacar que los servicios no son completamente intangibles. Todos los servicios tienen algún componente tangible, por mínimo que sea. Por ejemplo, en el caso de un servicio de transporte como el tren, pueden existir elementos tangibles como los propios trenes, los billetes, las estaciones, entre otros. Estos elementos son bienes tangibles, mientras que el transporte en sí es un servicio.
Ejemplos
Mejora de la calidad de vida: Algunos productos tienen un impacto directo en nuestra calidad de vida al mejorar aspectos como la salud, la seguridad o el entretenimiento. Por ejemplo, los productos farmacéuticos nos ayudan a tratar enfermedades y mejorar nuestra salud, mientras que los dispositivos electrónicos nos ofrecen entretenimiento y conectividad.
Satisfacción de necesidades: Los productos están diseñados para satisfacer nuestras necesidades básicas y deseos. Por ejemplo, los alimentos nos proporcionan nutrición y sacian nuestra hambre, mientras que la ropa nos protege y nos ayuda a expresar nuestra personalidad.
Existen diferentes tipos de productos según su naturaleza y características. A continuación, se presentan algunos de los tipos más comunes:
1. Bienes de consumo: Son productos destinados al consumo personal o familiar. Se dividen en varias categorías: Bienes de consumo duradero: Son productos tangibles de larga duración, como electrodomésticos, automóviles y muebles. y Bienes de consumo no duradero: Son productos tangibles de corta duración, como alimentos, productos de limpieza y ropa. Bienes de uso común. Aquellos productos que forman parte de la canasta habitual y se consumen rápido, como son los textiles, zapatos, etc. Bienes de emergencia. Productos que la ciudadanía consume en situaciones extraordinarias, pero que normalmente están disponibles en caso de necesidad, como son los extintores de incendios, repuestos de artefactos, etc. Bienes industriales: Son productos utilizados en la producción de otros bienes o servicios. Se subdividen en: Bienes de capital, Bienes intermedios, Bienes de mantenimiento. Productos digitales: Son producto intangibles que se entregan de forma digital, como software, música, libros electrónicos y contenido en línea.
Características de un producto
Dimensiones y características físicas: Los productos tienen características físicas distintivas, como tamaño, densidad, espesor, entre otros. Estas características suelen ser estandarizadas según normas, como las normas ISO, especialmente en productos producidos en serie. Componentes y funciones: Todos los productos tienen una función específica para satisfacer necesidades, ya sea a través de sus componentes específicos, como en el caso de las medicinas y sus principios activos, o mediante su formulación general. Empaquetado y presentación: Los productos se presentan en envases o empaques que los protegen hasta llegar al consumidor final. En algunos casos, estos envases pueden ser considerados como parte integral del producto mismo. Finitud y escasez relativa: Todos los productos son finitos, lo que significa que requieren de un proceso continuo de producción para mantener su disponibilidad. Esto implica que los productos son relativamente escasos, aunque la demanda de los mismos pueda ser potencialmente infinita. En resumen, los productos se caracterizan por sus formulaciones e ingredientes, dimensiones y características físicas, componentes y funciones, empaquetado y presentación, así como por su finitud y escasez relativa. Estas características definen y distinguen a los productos en el mercado.
