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por Juan Andrés Barreiro Gómez hace 9 años

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ARISTOTELES

Aristóteles, filósofo griego, desarrolló una teoría del conocimiento donde la forma posibilita el verdadero entendimiento, siendo la materia el principio de individuación. Según él, el conocimiento sensible, a través de la sensación, nos permite percibir la cosa concreta como individuo.

ARISTOTELES

Teoréticas. Física (estudia las sustancias móviles e inseparables de la materia), matemática (los objetos inmóviles e inseparables de la materia) y teleología (estudia un principio separado, eterno e inmóvil y es la ciencia suprema).

Prácticas. Política (se encarga del gobierno de la ciudad), economía (se encarga del gobierno de la casa) y ética (se encarga del gobierno de la propia vida individual).

Las ciencias se dividen en

La forma posibilita el conocimiento verdadero. El principio de individuación es la materia y el principio de inteligibilidad y cognoscibilidad es la forma. La figura más básica de conocimiento es el sensible, la sensación. Ésta nos da un conocimiento de individuación, la cosa concreta, como individuo, y luego con la forma.

ARISTOTELES

(Estagira, 384-Calcis, 322 a.J.C.) Filósofo griego. Hijo del médico real de Macedonia

Ética y política

La ética aristotélica es eudemonista; es decir, se trata de una ética de la felicidad, bien supremo que Aristóteles no entien­de como idea separada, al estilo de Platón, sino como un bien accesible a la actividad práctica del hombre.
El fin último de nuestros actos es alcanzar la felicidad, pero ni la vida activa (política o militar) ni la vida placentera ga­rantizan su logro. Solo la vida teorética o contemplativa, de­dicada a la búsqueda del conocimiento, permite ser plena­mente feliz, porque esa vida se caracteriza por el ejercicio de aquello que constituye la naturaleza específica del hombre: la razón, y, más concretamente, del intelecto, cuya actividad lo asemeja a los mismos dioses.

El ejercicio de la contemplación permite al hombre alcanzar las virtudes intelectuales, como la prudencia y la sabiduría, pero como el hombre es también un ser corporal, no puede dedicarse siempre a la contemplación; por eso, la felicidad requiere también un disfrute moderado de bienes externos, como la salud, el bienestar, los amigos, etc., sin los cuales ninguna vida puede ser enteramente feliz.

el Estado es an­terior, por naturaleza, a los individuos, a las familias y a las aldeas que lo forman, y el hombre puede definirse como un animal político, puesto que carece de sentido fuera del todo social, de la ciudad-estado de la que forma parte.

El Estado posee prioridad, porque únicamente él es autárqui­co y se basta a sí mismo. Es en él donde el hombre puede alcanzar su perfección, ya que solo el Estado le permite, me­diante la educación, actualizar todas las potencialidades inherentes a su naturaleza, tanto intelectuales como morales.

Antropología

El proceso de abstracción avanza desde los sentidos al con­cepto universal, y en él desempeña un papel decisivo la ima­ginación, sobre la que operan el intelecto paciente, que tiene la posibilidad de conocer las formas, y el intelecto agente, que las separa de la materia. Este último constituye la parte más perfecta y divina del hombre, porque su capaci­dad para conocer las formas lo hace separado, eterno e in­mortal.
El alma racional, específica del hombre, es capaz de adquirir la ciencia, un conocimiento basado en conceptos universa­les, abstrayendo las formas y separándolas de la materia a la que están unidas.
Como cualquier otra sustancia, el hombre se compone de forma (alma) y materia (cuerpo), siendo el alma el principio vital que anima y organiza el cuerpo. Como forma y materia van siempre unidas, alma y cuerpo son inseparables, por lo que Aristóteles niega que el alma humana sea inmortal.

La metafísica, filosofía primera o sabiduría, se ocupa, en cambio, de estudiar las primeras causas y los primeros prin­cipios de la realidad.

El ser, aunque es úni­co, se manifiesta de diez maneras diferentes, denominadas categorías: la primera es la sustancia, que es la categoría fundamental, y las nueve restantes (cantidad, cualidad, rela­ción, lugar, tiempo, situación, posesión, acción y pasión) son accidentes o modificaciones que se predican de la sustancia.

En su física, define los seres naturales como aque­llos que tienen en sí mismos el principio del movimiento y del reposo.

El movimiento se explica como el paso del ser en potencia al ser en acto: un ser que está privado de cierta for­ma, pero puede tenerla, pasa a adquirirla efectivamente.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO.

no existen dos mundos separados, uno sensible y otro inteligible, sino un único mundo, formado por objetos indi­viduales: las sustancias. Cualquier sustancia es un compuesto hilemórfico