por Monica Porras hace 7 meses
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Encontramos que
Cronograma Detallado y Realista: Planificación temporal detallada y alcanzable.
Metodología Clara y Replicable: Asegurar que los métodos sean entendibles y puedan ser reproducidos.
Presupuesto Transparente y Justificado: Presentación clara y detallada de los recursos financieros necesarios.
De acuerdo con Bustos-Ruiz (2020) en su obra la justificación debe argumentar de manera sólida y fundamentada la relevancia del proyecto, demostrando cómo aborda una problemática social específica, contribuye al bienestar de la comunidad y responde a las necesidades identificadas.
se resalta que
Además, la justificación también puede incluir referencias a estudios previos, datos estadísticos o evidencia empírica que respalden la importancia y la urgencia de intervenir en el contexto social en cuestión. Una justificación clara y convincente proporciona legitimidad al proyecto y facilita la obtención de recursos y apoyo para su ejecución.
Relevancia: Conexión del proyecto con las necesidades de la comunidad y los objetivos de desarrollo.
Importancia: Razones por las cuales el proyecto es relevante.
Evidencia del Impacto: Datos que muestran el impacto potencial del proyecto.
Según Bustos-Ruiz (2020), el presupuesto debe incluir tanto los recursos financieros como los no financieros necesarios para llevar a cabo las actividades propuestas, como materiales, equipo humano, capacitación, entre otros.
es importante
Es importante que el presupuesto sea realista y se ajuste a las necesidades y posibilidades del proyecto, considerando también posibles imprevistos y contingencias. Una gestión adecuada del presupuesto permite maximizar el impacto social del proyecto y asegurar la correcta asignación de recursos en función de las metas y objetivos establecidos.
total
Valor
unitario
Rubro Descripción Detalle Cantidad Valor
Según Bustos-Ruiz (2020) el cronograma establece la secuencia temporal de las acciones a realizar, asignando fechas límite y duración estimada para cada actividad. Este enfoque facilita la gestión del tiempo, la coordinación de recursos y el seguimiento del avance del proyecto, permitiendo así cumplir con los objetivos establecidos de manera eficiente y oportuna en beneficio de los beneficiarios.
Fases: Etapas del proyecto con objetivos específicos.
Hitos: Puntos clave en el tiempo que marcan el progreso del proyecto.
Plazos: Fechas de inicio y finalización de cada actividad.
Según Bustos-Ruiz (2020) en su obra "Elementos básicos para la construcción de un proyecto de desarrollo social solidario contextualizado", las metas deben ser claras, medibles y relevantes, orientadas hacia la transformación positiva de la realidad social en la que se inserta el proyecto.
Como beneficio
Establecer metas adecuadas permite dirigir y focalizar los esfuerzos de manera efectiva, facilitando la evaluación del progreso y el impacto de las acciones emprendidas en beneficio de la comunidad.
Corto Plazo: Resultados esperados en un periodo breve.
Mediano Plazo: Resultados esperados en un periodo intermedio.
Largo Plazo: Resultados esperados a largo plazo.
Como señala Bustos-Ruiz (2020) es fundamental realizar un análisis detallado de los beneficiarios potenciales, comprendiendo sus características socioeconómicas, culturales y geográficas, así como sus necesidades y aspiraciones. Este enfoque permite diseñar intervenciones pertinentes y adaptadas a las realidades específicas de los beneficiarios, promoviendo así un impacto positivo y sostenible en el ámbito social.
Caracterización: Descripción de las características demográficas y socioeconómicas de los beneficiarios.
Identificación: Proceso de determinar quiénes serán los beneficiarios del proyecto.
Impacto Esperado: Efectos positivos que se espera lograr en los beneficiarios.
La metodología se define como el conjunto de procedimientos y técnicas que guían la realización de un proyecto de desarrollo social solidario contextualizado. Según Bustos-Ruiz (2020),la metodología implica una serie de pasos estructurados y reflexivos que permiten abordar de manera eficaz las problemáticas sociales presentes en un contexto específico.
Estos pasos incluyen desde la identificación y análisis de las necesidades de la comunidad hasta la implementación y evaluación de las acciones propuestas, asegurando así una intervención coherente y efectiva en el ámbito social.
Técnicas de Recolección: Métodos utilizados para obtener datos relevantes.
Métodos de Análisis: Procedimientos para analizar los datos recolectados.
Estrategias de Intervención: Acciones planificadas para alcanzar los objetivos del proyecto.
Los Objetivos de un proyecto de desarrollo social son las metas claras y alcanzables que orientan todas las acciones del proyecto. Se dividen en objetivos generales, que enmarcan la finalidad principal del proyecto, y objetivos específicos, que detallan las metas concretas y medibles necesarias para alcanzar el objetivo general.
Tambien
Según Fernandes Barbosa y De Moura (2016), la formulación de objetivos es crucial para guiar las actividades del proyecto y proporcionar criterios para evaluar su éxito.
Generales: Meta principal del proyecto.
Específicos: Metas concretas y medibles que contribuyen al logro del objetivo general.
Referente Conceptual
El Referente Conceptual en un proyecto de desarrollo social proporciona el marco teórico que sustenta la intervención propuesta. Este componente incluye las teorías, estudios previos y evidencias relevantes que justifican las estrategias y métodos a utilizar. Según Bustos-Ruiz (2020), el referente conceptual es esencial para asegurar que el proyecto esté basado en conocimientos y evidencias científicas, lo que fortalece su credibilidad y efectividad.
Teorías: Marcos teóricos que sustentan el enfoque del proyecto.
Estudios Previos: Investigaciones y estudios que proporcionan antecedentes y contexto.
Evidencias: Datos y hechos que apoyan la intervención propuesta.
La Descripción de la Problemática en un proyecto de desarrollo social implica un análisis exhaustivo del contexto en el que se presenta la situación a abordar, incluyendo datos cuantitativos y cualitativos que evidencien la existencia y magnitud del problema.
Este componente es fundamental para justificar la relevancia y necesidad del proyecto, proporcionando una base sólida para su implementación. Según Bustos-Ruiz (2020), esta descripción debe incluir un análisis situacional detallado que contextualice la problemática y fundamente la intervención propuesta.
Las especificaciones de esta son:
Datos: Información cuantitativa y cualitativa que respalda la existencia de la problemática.
Justificación: Argumentos que explican por qué es necesario abordar la problemática.
Contexto: Análisis del entorno social, económico y cultural donde se desarrollará el proyecto.