por ANA VIOLETA MARTINEZ VALLES hace 2 años
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La sociología es el estudio de la vida social humana, de sus grupos y sociedades. Es una empresa cautivadora y atrayente, al tener como objeto nuestro propio comportamiento como seres sociales.
La sociología tiene diversas consecuencias prácticas en nuestra vida, como recalcó C. Wright Mills al desarrollar su idea de la imaginación sociológica.
Es necesario mencionar que muchos sociólogos se dedican a asuntos prácticos como profesionales. La comprensión de la sociedad puede ayudar en otras carreras como derecho, periodismo, empresariales y medicina. A menudo se produce una conexión entre el estudio de la sociología y el nacimiento de una conciencia social. Algunos piensan que la sociología sólo puede preservar su independencia intelectual si quienes la practican son cuidadosamente neutrales en las controversias morales y políticas.
En cierta manera ésta puede ser la consecuencia más importante, la sociología puede ayudarnos al autoesclarecimiento, proporcionarnos herramientas para aumentar nuestro propio conocimiento personal. Los grupos con una mayor conciencia pueden aprovechar las investigaciones sociológicas para utilizar la información generada en ellas como respuesta efectiva a los programas públicos o para impulsar iniciativas políticas propias.
La investigación sociológica proporciona una ayuda práctica a la hora de evaluar los resultados de las iniciativas políticas. Un programa de reformas prácticas puede no alcanzar los resultados que buscaban sus promotores o puede provocar consecuencias negativas indeseadas.
La sociología nos hace ser conscientes de las diferencias culturales, lo que nos permite contemplar el mundo social desde muchas perspectivas. Con frecuencia, si entendemos adecuadamente cómo viven los otros adquirimos una mejor comprensión de cuáles son sus problemas.
Aprender a pensar sociológicamente, en otras palabras, usar un enfoque más amplio significa cultivar la imaginación. Un sociólogo es alguien capaz de liberarse de la inmediatez de las circunstancias personales para poner las cosas en un contexto más amplio. El trabajo sociológico de Wright Mills, expresó en una célebre expresión, denominó la imaginación sociológica (Mills, 1970).
La imaginación sociológica nos pide, sobre todo, que seamos capaces de «pensar distanciándonos» de las rutinas familiares de nuestras vidas cotidianas para poder verlas como si fueran algo nuevo.
Nuestras actividades estructuran dan forma el mundo social que nos rodea y, al mismo tiempo, son estructuradas por él. El concepto de estructura social es importante para la sociología. Sin embargo, la estructura social no tiene el carácter físico, por lo que las sociedades humanas están siempre en proceso de estructuración. Sus "componentes básicos" se reconstruyen a cada momento.
Un importante elemento de la perspectiva sociológica weberiana era la idea del “tipo ideal”, El desarrollo de la ciencia, de la tecnología moderna y de la burocracia era descrito por Weber colectivamente como racionalización.
La perspectiva de Marx se basaba en lo que él denominó la concepción materialista de la historia. Marx creía en la inevitabilidad de la revolución obrera que había de derrocar al sistema capitalista y propiciar una nueva sociedad sin clases: El Comunismo.
Para Durkheim, la sociología era una ciencia nueva que podía utilizarse para dilucidar las tradicionales preguntas filosóficas mediante análisis de tipo empírico. la principal preocupación intelectual de la sociología es el estudio de los hechos sociales.
Para Comte, la sociología era una “ciencia positiva”. El positivismo sostiene que la ciencia debe centrarse sólo en las entidades observables que se conocen directamente mediante la experiencia: la observación, la comparación y la experimentación.
Las tres perspectivas teóricas de los últimos tiempos estudiadas a continuación: el funcionalismo, los enfoques que se basan en el conflicto y el interaccionismo simbólico, entroncan directamente con Durkheim, Marx y Weber.
El interaccionismo simbólico surge de la preocupación por el lenguaje y el significado. G. H. Mead (1863-1931) sostiene que es el lenguaje lo que nos hace seres autoconscientes, es decir, conocedores de nuestra propia individualidad y capaces de vernos desde fuera tal como lo hacen los demás.
Los sociólogos que utilizan las teorías del conflicto subrayan la importancia que tienen las estructuras dentro de la sociedad. También proponen un "modelo" global para explicar su funcionamiento. Uno de los enfoques más influyentes dentro de la teoría del conflicto es el marxismo, así llamado por Karl Marx, cuya obra hacía hincapié en los conflictos de clase.
El funcionalismo sostiene que la sociedad es un sistema complejo cuyas diversas partes funcionan conjuntamente para generar estabilidad y solidaridad. El funcionalismo recalca la importancia del consenso moral para el mantenimiento del orden y la estabilidad sociales.