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por Yulissa Velázquez hace 4 años

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Diferencias de los textos argumentativo, descriptivo y narrativo.

Los textos narrativos se centran en contar una historia, ya sea real o ficticia, y requieren un análisis de la historia, los personajes, el tiempo y el espacio. Estos textos suelen ordenarse de manera que sean comprensibles para el lector, aunque a veces la estructura puede variar para añadir interés.

Diferencias de los textos argumentativo, descriptivo y narrativo.

Diferencias de los textos argumentativo, descriptivo y narrativo.

Descriptivo.

Describir es representar la realidad mediante palabras. Muchas veces se ha definido como pintura verbal.
Con ella se pretende dar a conocer las características de la realidad representada: sus elementos, composición, funcionamiento y utilidad. Es objetiva y predomina la función referencial.

El autor es subjetivo y manifiesta su punto de vista abiertamente, ya que no persigue el rigor científico ni la exhaustividad, sino destacar aquellos aspectos que considera más relevantes para sus fines.

CARACTERÍSTICAS: Tendencia a la objetividad, Lenguaje denotativo (abundancia de tecnicismos, adjetivos especificativos), Ordenación lógica

En la descripción literaria predomina la FUNCIÓN ESTÉTICA . La descripción literaria no necesita ser veraz, sino verosímil, es decir, creíble dentro del contexto lingüístico en que se incluye.

La descripción literaria no suele cultivarse como forma independiente, sino integrada en otras.

La lógica que rige el orden en este tipo de textos obedece a criterios artísticos propios de cada autor.
Subtopic

Narrar es contar. La narración es un tipo de texto en el que se cuentan hechos reales o imaginarios.

La mayor parte de los relatos presenta una acción principal y varias secundarias. Estas acciones se combinan entre sí, alternando su aparición y entrecruzando sus desarrollos para conformar el ritmo de la narración.
La primera finalidad del narrador es dar a conocer la historia de un modo comprensible para el lector. Por ello, muchos relatos se organizan con sencillez siguiendo un orden; pero en no pocas narraciones esa ordenación sufre modificaciones. El autor puede acelerar o ralentizar la acción a su conveniencia, detenerla para dejar que hablen los personajes, anticipar o posponer hechos, ocultar datos y reservarlos para el momento oportuno, ofrecer pistas falsas, centrar la atención en determinados aspectos con menosprecio de otros, etc.

El narrador es un elemento más, como lo son la historia o los personajes. Ha sido creado por el autor para que lleve a cabo la misión de contar la historia. La caracterización del narrador dependerá de la información de que disponga para contar la historia y del punto de vista que adopte.

Al abordar el análisis de los textos narrativos es necesario estudiar la historia y las acciones que la componen (argumento), los personajes que las llevan a cabo, el tiempo y el espacio donde se desarrollan, cómo se ordenan todos estos elementos (estructura) y desde qué punto de vista se cuentan.
La primera finalidad del narrador es dar a conocer la historia de un modo comprensible para el lector. Por ello, muchos relatos se organizan con sencillez siguiendo un orden; pero en no pocas narraciones esa ordenación sufre modificaciones.

Del tratamiento de la acción se deriva la tensión narrativa. Esta puede suscitar en el lector diversos estados emocionales (expectativa, incertidumbre, intriga, serenidad…)

Argumetativo.

La finalidad del autor puede ser probar o demostrar una idea (o tesis), refutar la contraria o bien persuadir o disuadir al receptor sobre determinados comportamientos, hechos o ideas.
La argumentación se utiliza en una amplia variedad de textos, especialmente en los científicos, filosóficos, en el ensayo, en la oratoria política y judicial
El texto argumentativo tiene como objetivo expresar opiniones o rebatirlas con el fin de persuadir a un receptor.
El texto argumentativo suele organizar el contenido en tres apartados: introducción, desarrollo o cuerpo argumentativo, y conclusión.

La INTRODUCCIÓN suele partir de una breve exposición (llamada “introducción o encuadre”) en la que el argumentador intenta captar la atención del destinatario y despertar en él una actitud favorable. A la introducción le sigue la tesis, que es la idea en torno a la cual se reflexiona. Puede estar constituida por una sola idea o por un conjunto de ellas.

El DESARROLLO. Los elementos que forman el cuerpo argumentativo se denominan pruebas, inferencias o argumentos y sirven para apoyar la tesis o refutarla.

La CONCLUSIÓN. Es la parte final y contiene un resumen de lo expuesto (la tesis y los principales argumentos).

En la lengua oral, además de aparecer con frecuencia en la conversación cotidiana (aunque con poco rigor), es la forma dominante en los debates, coloquios o mesas redondas.