La relación entre el ser humano y la naturaleza ha cobrado una nueva dimensión con el auge de la sustentabilidad y el desarrollo urbano sostenible. Desde la década de 1970, se ha producido una maduración conceptual que ha permitido que las preocupaciones ambientales emerjan con fuerza en la sociedad moderna, influenciada también por fenómenos sociales como el movimiento de 1968.