por ingrid Infante hace 4 años
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Al perder un partido, se debe mantener la calma para no explotar ante los rivales ni ante el árbitro o expectadores; e igualmente al ganar un partido se debe ser humilde y aplaudir el esfuerzo del rival ya sea animándolo o felicitándolo.
Cuando un compañero de tu equipo hace trampa para favorecerlos y nadie dice nada, debes ser lo suficientemente valiente para alzar la voz y comunicarlo al árbitro o a alguna autoridad cercana.