En la actualidad, la administración pública se enfrenta al desafío de adaptarse y responder eficazmente a las necesidades de los ciudadanos. Una gobernanza inteligente implica procedimientos claros y no políticos para la contratación y despido de funcionarios, con un énfasis en el reclutamiento basado en mérito y pruebas competitivas.
Legitimidad política que se ha visto erosionada como consecuencia de los problemas para ofrecer respuestas oportunas y atingentes a las necesidades y demandas de los ciudadanos
Capacidad directiva de los gobierno para dirigir a sus sociedades, impulsar acciones y traducirlas en resultados
Servicio civil o Función pública
Carrera profesional basada en la promoción interna
Procedimientos específicos - no políticos - para contratar y despedir
Reclutamiento por mérito mediante pruebas competitivas
Una administración pública inteligente es aquella que se sabe adaptar al momento en el que vive y que todo lo posible para ponerse al servicio de los ciudadanos.
Transparencia y ética
Productividad
Capacidad de aprendizaje
Voluntad y energía para actuar
Autodeterminación y proyección
Capacidad de acción y resolución
Gestión de la calidad
Nueva administración pública
Orientación de mercado
Orientación hacia el ciudadano - cliente
Orientación hacia el desempeño
Delegación de la toma de decisiones
Reforma gerencial
Fortalecimiento de los sistemas de rendición de cuentas
Incorportación de la transparencia institucional
Simplificación y mejora del marco regulatorio público