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por Adriana Carolina hace 9 días

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La neurociencia y psicobiología

La colaboración en el desarrollo de tratamientos neurológicos y psiquiátricos ha sido fundamental en la medicina moderna. La educación se beneficia del diseño de programas pedagógicos que consideran el desarrollo neuronal y estrategias de aprendizaje, lo que optimiza el rendimiento cognitivo y emocional.

La neurociencia y psicobiología

ESTUDIOS

La psicobiología también colabora con estas disciplinas (biología y genetica) para entender cómo la genética y los factores epigenéticos influyen en el desarrollo y la conducta. Esto es relevante en estudios sobre predisposición a enfermedades mentales y adicciones.

Desde la Psicología social y comunitaria, los hallazgos neurocientíficos sobre la regulación emocional y el estrés se integran en intervenciones comunitarias, promoviendo el bienestar colectivo y reduciendo la incidencia de problemas de salud mental (Banda & Morales, 2015).

Medicina: Colaboración en el desarrollo de tratamientos neurológicos y psiquiátricos. Educación: Diseño de programas pedagógicos que tienen en cuenta las etapas de desarrollo neuronal y estrategias para el aprendizaje.

La neuropsicología planteada por Broche-Pérez (2019), surge como una rama que integra conceptos neurocientíficos y psicobiológicos con un enfoque en el bienestar emocional, cognitivo y social. Este modelo se centra en potenciar fortalezas cognitivas y emocionales mediante intervenciones basadas en la plasticidad cerebral, una capacidad inherente del cerebro para reorganizarse en respuesta a estímulos.

Como señala Sandoval Obando (2020), las herramientas deben ser empleadas con el objetivo de promover el bienestar y no para manipulación.

Garantizar que los datos neurocientíficos de los individuos no sean utilizados de forma indebida.

La neurociencia y la psicobiología son campos interdisciplinarios que exploran la relación entre los procesos biológicos, como la actividad cerebral, el sistema nervioso, y las conductas humanas. Este enfoque combina aspectos de la biología, la psicología y la química para explicar cómo factores internos (genética, neurotransmisores) y externos (ambiente, experiencias) moldean el comportamiento humano (Broche-Pérez, 2019).

Desde lo clinico, el diagnóstico y tratamiento de trastornos como la depresión, ansiedad, TDAH y Alzheimer han avanzado gracias a técnicas como la estimulación cerebral y la terapia cognitiva basada en neurociencia.

Aplicabilidad en la práctica profesional

Los estudios de Broche-Pérez (2019) destacan cómo las intervenciones neuropsicológicas, han mejorado el desempeño cognitivo y emocional en personas con trastornos del estado de ánimo, promoviendo un enfoque preventivo y terapéutico. Además, investigaciones recientes han vinculado los programas de empoderamiento psicológico con cambios neuroquímicos positivos en contextos comunitarios, según lo reportado por Banda y Morales (2015). Por otro lado, los avances en neuroimagen y tecnología de resonancia magnética han permitido validar cómo intervenciones específicas generan cambios estructurales y funcionales en áreas cerebrales relacionadas con el aprendizaje y la regulación emocional.

Estándares éticos de la práctica psicológica

En lo educativo, las estrategias pedagógicas fundamentadas en el conocimiento del cerebro optimizan los procesos de aprendizaje y memoria, adaptándose a las necesidades de los estudiantes (Broche-Pérez, 2019).

La neurociencia aplicada al lugar de trabajo permite diseñar estrategias para reducir el estrés y mejorar la productividad, basándose en el análisis de comportamientos y patrones neuronales.

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