por alexis salcedo hace 3 años
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analizar su estilo de vida y su entorno situacional en el momento de la comisión del hecho delictivo, lo que implica una investigación y un análisis de su personalidad, así como de su ambiente personal, profesional y social.
Hay personas que son más propensas a ser víctimas a causa de sus conductas y hábitos, por estar más expuestas o entrar en contacto con determinados ambientes criminales. Para evaluar ese riesgo, deberemos tener en cuenta.
Características comportamentales.
Conductas rutinarias, como comprar drogas o dedicarse a la prostitución, pueden incrementar el riesgo de la víctima.
A partir de estos factores, podremos establecer su nivel de riesgo:
bajo
Personas que no suelen estar expuestas a riesgos. Sus actuaciones o sus omisiones las llevan a alejarse de la posibilidad de convertirse en objeto de posibles acciones criminales
medio
Personas que ocasionalmente se exponen a algún tipo de riesgo, atendiendo a alguno de sus hábitos. Son personas expuestas al riesgo de uno a tres días por semana (por ejemplo, el universitario que únicamente bebe y toma drogas los fines de semana).
alto.
Personas que de forma habitual se ven expuestas a muchos riesgos
Características personales
psicológicas de esa persona.
la ubicación espacial del hecho criminal (en algunos entornos hay una mayor actividad criminal).
la proximidad de la víctima
determinadas actividades delictivas
temporal y espacial
la hora del suceso (determinadas horas suponen mayores riesgos).
Características situacionales
físicas
Todas estas actividades de la víctima están directamente relacionadas con su estilo de vida