Una enfermedad infecciosa causada por una bacteria se originó en Asia y se propagó rápidamente por Europa, afectando significativamente a la población. Los principales síntomas incluían escalofríos, dolores de cabeza y musculares, fiebre y problemas respiratorios, así como la aparición de bubones en áreas específicas del cuerpo como el cuello, la ingle y las axilas.