La exposición al plomo puede tener efectos devastadores en diversas áreas del cuerpo humano, afectando tanto el sistema neurológico como el reproductor, renal y cardiovascular. Los síntomas comunes de la intoxicación por plomo incluyen letargo, náuseas, dolor abdominal y cefalea, además de problemas más graves como discapacidad intelectual y problemas de conducta.