Cada individuo responde de manera distinta a un mismo entrenamiento debido a diversos factores que influyen en su rendimiento y adaptación. Estos factores incluyen el descanso y el sueño, que son esenciales para la recuperación muscular y energética; la motivación, que está relacionada con el trabajo y las metas personales de cada persona; y la herencia genética, que también desempeña un papel significativo.