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Hipotiroidismo e hipertirodismo en el embarazo

Durante el embarazo, las alteraciones tiroideas como el hipotiroidismo y el hipertiroidismo requieren un diagnóstico preciso debido a las variaciones fisiológicas en la función tiroidea.

Hipotiroidismo e hipertirodismo en el embarazo

Hipotiroidismo e hipertirodismo en el embarazo

Cuidados de enfermería

Proporcionarle un ambiente tranquilo, fuera de ruidos y otro sonidos que causen alteración en la persona
Auscultar el corazón y los ruidos del tórax en busca de roces pericardios o derrame pleural.
Control funciones vitales, especialmente la frecuencia cardiaca (pulso, ritmo cardiaco, presión arterial.
Administrar dieta hipocalórica pero rica en proteínas y con bastantes residuos.
Animarle que use calentadores de lanas para piernas.
Proporcionar toda la ropa de abrigo y mantas que son necesarias.
Evitar el uso de bolsas calientes que pueden producir un calor demasiado rápido.
Controlar funciones vitales, especialmente la temperatura del paciente.
Informar a la persona y/o familiares acerca del problema que presenta.
Permitirles que por sí mismo hagan las cosas y resistir la tentación de hacerlos por ellos.
Estos pacientes responden muy lentamente a las órdenes verbales.
Establecer una relación empática con la persona.
Explicarle por qué presenta temblor
En lo posible mantenerlo en una habitación solo por problemas intolerancia al calor.
Recomendar a las visitas no comentar el aspecto de ojos saltones de la persona.
Evitar que el paciente vea su imagen reflejada en el espejo (ojo saltón-exoftalmos)
Proporcionarle confianza y seguridad.
Conservar con la familia para que intervenga en su recuperación.
Explicar sobre sus expectativas de curación real.
Conservar sobre su enfermedad.
Brindar apoyo emocional.

Diagnóstico

Asimismo, se produce un aumento del volumen del tiroides por hiperplasia glandular (bocio), y la producción de hormonas tiroideas se incrementa un 50 % en relación con la del estado pregestacional.
Ambos comparten síntomas y signos comunes debidos al hipermetabolismo y circulación hiperdinámica, responsables de la intolerancia al calor, las palpitaciones, el nerviosismo, la dificultad para ganar peso a pesar de mantener el apetito (especialmente en el primer trimestre) y la taquicardia en reposo (más de 90 latidos por minuto).
Las manifestaciones de hipertiroidismo durante el embarazo suelen estar enmascaradas, porque sus síntomas se solapan con los de la gestación.
La determinación de niveles elevados de tiroxina y triyodotironina libres es el estudio diagnóstico confirmatorio.
. En caso de encontrar valores elevados de TSH se debe realizar la medición de T4 libre y de anticuerpos antiperoxidasa tiroidea con lo que podemos hacer diagnóstico de hipotiroidismo clínico o subclínico.
Pacientes que presenten alguno de estos factores de riesgo debe ser tamizada por enfermedad tiroidea en el primer trimestre del embarazo, preferiblemente en la primera visita de control prenatal.
Entre los factores de riesgo podemos mencionar la presencia de bocio, la obesidad, antecedentes de radiación a nivel cervical, antecedente personal de enfermedad tiroidea o de cirugía de tiroides, abortos recurrentes, infertilidad, y antecedentes heredo-familiares de enfermedad tiroidea en familiares de primer grado.
Existe controversia en cuanto al tamizaje de enfermedades tiroideas en las pacientes embarazadas, por el momento solo se recomienda realizar la medición de TSH en pacientes con alto riesgo de padecer dichas enfermedades.
En el primer trimestre la TSH no debería ser mayor a 2.5 mIU/L, y en el segundo y tercer trimestre el límite superior de TSH es de 3 o 3.5 mIU/L, según la literatura.
Dado que en el embarazo se presentan cambios en la función tiroidea, los valores para el diagnóstico varían dependiendo del trimestre en el que se encuentre.
Los niveles normales de TSH van en un rango de 1 a 4 mlU/L, superior a este nivel y con valores disminuidos de T4 libre se hace diagnóstico de hipotiroidismo, y si los valores de T4 libre no varían se hace el diagnóstico de hipotiroidismo subclínico.
El diagnóstico de esta enfermedad se realiza con la medición de la hormona estimuladora de la tiroides (TSH), ya que es un marcador muy sensible de la función tiroidea.

Fisiopatología

Además durante el embarazo aumenta la proteína trasportadora de hormona tiroidea y también aumenta el aclaramiento de yodo por parte del riñón, por lo que los niveles de hormona tiroidea pueden variar.
La placenta se encarga de producir gonadotropina coriónica humana, la cual puede estimular a la hormona tiroidea lo que puede aumentar levemente la T4 libre.
Durante el embarazo el funcionamiento de la tiroides varia, y es necesario que el organismo se adapte a estos cambios para mantener la homeostasis.
La hormona tiroidea se encarga de la regulación de la temperatura y de la producción de energía, entre otras funciones.

Referencias bibliográficas

• Jimenez, E., Alcalde, A., & Nuñez, A. (2017). Enfermería en pacientes con hipotiroidismo. Revista electrónica de portales médicos.com. Recuperado de: https://www.revista-portalesmedicos.com/revista-medica/enfermeria-hipotiroidismo/ • Martínez, H., & Hernández, M. (2012). Hipertiroidismo y embarazo. Revista Cubana de Endocrinología. Recuperado de: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1561-29532012000300016 • Núñez, N. (2016). Hipotiroidismo en el embarazo. Revista Médica de Costa Rica y CentroAmerica. Recuperado de: https://www.medigraphic.com/pdfs/revmedcoscen/rmc-2016/rmc163ao.pdf • Stanford Children’s Health. (2021). Hipotiroidismo y embarazo. Recuperado de: https://www.stanfordchildrens.org/es/topic/default?id=hypothyroidism-and-pregnancy-85-P03547 • Temboury, M. (2014). El hipotiroidismo en la gestante: guía clínica para prevenir alteraciones en el desarrollo cerebral del hijo. Revista Española Endocrinóloga pediátrica. Recuperado de: https://www.endocrinologiapediatrica.org/revistas/P1-E11/P1-E11-S485-A262.pdf • TopDoctors. (2021). Tiroides y embarazo. Recuperado de: https://www.topdoctors.es/diccionario-medico/tiroides-y-embarazo

Tratamiento

El metimazol es ampliamente utilizado en Europa, Sudamérica y Asia y es una alternativa para las embarazadas que no toleran el propiltiouracilo.
En Norteamérica, el fármaco de elección para el tratamiento del hipertiroidismo durante el embarazo es el propiltiouracilo.
Las mujeres diagnosticadas de hipotiroidismo subclínico en la gestación deben hacerse un control a 6-12 meses tras el parto.
Si la TSH inicial era < 5 con Ac AntiTPO negativos, se puede suspender tratamiento y repetir control a las 6 semanas.
Tras el parto bajar la levotiroxina a la dosis preconcepcional.
Si el hipotiroidismo se diagnostica en el embarazo, tratar sin demora con tiroxina para normalizar rápidamente la función tiroidea (TSH < 2,5 o según trimestre) y después hacer controles cada 4-6 semanas.
Cuando se produzca la gestación la dosis de tiroxina debe incrementarse un 30 % -50 % antes de la 4-6º semana.
Si la mujer ya estaba diagnosticada de hipotiroidismo antes del embarazo, se recomienda un ajuste pre-concepcional de la dosis que mantenga la TSH < de 2,5 mU/L.
En las gestantes recién diagnosticadas de hipotiroidismo subclínico se recomienda una dosis inicial de 1.2 mcg/kg/día de levotiroxina.
El hipotiroidismo materno clínico y subclínico tiene efectos adversos demostrados en el feto y debe tratarse sin demora con levotiroxina oral y garantizar suplementos de yodo adecuados.

Signos y síntomas

Se debe mencionar también la crisis tiroidea, que sucede cuando los niveles de la hormona tiroidea se elevan demasiado, aumentando la temperatura corporal, acelerándose el ritmo cardiaco y con problemas de concentración.
En algunos casos, se dan convulsiones e incluso se puede entrar en coma, un hecho que implica peligro mortal si no se recibe asistencia médica inmediata.
La afectada podría sudar, tener vómitos y/o diarrea.
Náuseas y vómitos
Aumento de la presión arterial
Debilidad muscular y temblores
Protuberancia dolorosa en el cuello
Ojos inflamados
Sudoración excesiva
Intolerancia al calor
Ritmo cardíaco acelerado con respiración rápida
Pérdida de peso o no aumento de peso esperado. Aumento de apetito, diarrea o estreñimiento.
Durante el embarazo cuando se padece hipotiroidismo, existen una serie de signos y síntomas que aparecen con cierta frecuencia:
Irritabilidad
Depresión
Glándula tiroides inflamado
Dolor o debilidad muscular
Cabello y pelo muy delgado
Piel seca y escamosa
Estreñimiento
Sensibilidad al frío
Exceso de fatiga

Conceptualización

Hipertiroidismo
La causa más común (80-85 %) es la enfermedad de Graves, de etiología autoinmune, que aparece con mayor frecuencia en el primer trimestre y el posparto, y puede agravarse si existen niveles elevados de gonadotropina coriónica durante el primer trimestre.
La dificultad para ganar peso a pesar de mantener el apetito y la taquicardia en reposo (más de 90 latidos/minuto) son los signos más sugestivos.
Su diagnóstico puede ser algo difícil por los cambios fisiológicos que ocurren durante el embarazo, ambos se acompañan de bocio, hipermetabolismo y circulación hiperdinámica.
El hipertiroidismo constituye la enfermedad tiroidea más frecuente de la gestación.
Hipotiroidismo
Además, el riesgo de desarrollar hipotiroidismo aumenta con la edad, lo cual es importante porque cada vez más mujeres demoran el embarazo hasta una edad más avanzada.
En consecuencia, la enfermedad puede pasar desapercibida y no tratarse.
Lamentablemente, muchos síntomas del hipertiroidismo se confunden con síntomas del embarazo, como la fatiga, el aumento de peso y la menstruación anormal.
El hipotiroidismo es un trastorno marcado por una glándula tiroides con actividad insuficiente y puede presentarse durante el embarazo.