Estudio en Escarlata "Sherlock Holmes" de Arthur Conan Doyle.
Observación de los elementos de investigación.
Observacion profunda.
Examinación del lugar.
Búsqueda de pistas.
Hallazgos.
Uso de modelos Investigativos, Observativos y Deductivos.
Capacidad analítica de razonar.
Capacidad de razonamiento opuesto.
Hipótesis.
Teorías antes los elementos.
Detalles insignificativos los hace una finalidad concreta y practica. "Sherlock Holmes"
Interpretacion de ideas.
Pensamientos con claridad.
Detalles del caso.
Descubrimientos de antecedentes.
Detalles complementarios.
Conclusion
Utilizacion de métodos de Exclusión.
Elaborado por: Erick Apolonio. 03/Mayo/2019
PASOS A SEGUIR
Home examino la carretera, y descubrió,las huellas claras de un carruaje, y este carruaje, dedujo que había estado allí en el transcurso de la noche.
Posteriormente avanzo por el sendero del jardín, y encontró que en el suelo del mismo habían quedado impregnadas las huellas de dos hombres que destacaban de la de los guardias. Con lo que dedujo que los visitantes nocturnos habían sido dos, uno de ellos notable con su estatura lo que calculo por la longitud de su zancada, y el otro elegantemente vestido, a juzgar por la huella pequeña y elegante que dejaron sus botas.
En este sentido dedujo también que al ahora difunto le habían obligado a tomar cierta sustancia por la expresión de odio y de temor que tenia en su rostro. se llego a este resultado por el método de la exclusión, porque ninguna otra hipótesis se ajuatava a los hechos.
Se le presenta el gran interrogante del móvil. Éste no había sido el robo, puesto que no le había despojado de nada. Se trataría, pues de política o quizás mediaba una mujer.
Al descubrirse en la pared aquella inscripción, se inclinó más la suposición que mediaba una mujer.
Al escudriñar con mucho cuidado la habitación, confirmó en la estatura del asesino, y le proporcionó los detalles adicionales referentes al cigarro de Trichinopoly y a la largura de las uñas.
Al no ver señales de lucha llego, a la conclusión de que la sangra que manchaba el suelo había brotado de la nariz del asesino, debido a su emoción. Pudo comprobar que la huella de la sangre coincidía con la de sus pisadas. Es cosa rara que una persona, como no sea de temperamento sanguíneo, sufra ese estallido de sangre por efecto de la emoción.
Cuando salieron de la casa procedió a Telegrafiar a la Jefatura de Policía de Cleveland, circunscribiendo la pregunta a lo relativo al matrimonio de Enoch Drebber. La contestación fue terminante. Le informaba de que ya con anterioridad había acudido Drebber a solicitar la protección de la ley contra un angulo rival amoroso, llamado Jefferson Hope.
En ese momento llego a la conclusión de que el hombre que había entrado en la casa con Drebber no era otro que el mismo cochero del carruaje. Las marcas que descubrió en la carretera demostraron que el caballo se había movido de un lado a otro de una manera que no lo había hecho de haber estado alguien cuidándolo.
Finalmente pensó que si alguien quiere seguirle los pasos a otra persona en sus andanzas por Londres, qué mejor puede adoptar que el de hacerse conductor de un coche público.
Por lo que se valió de su cuerpo de vagabundo para localizar a todos los propietarios de coches de alquiler de Londres, hasta que identificaron al perpetrador el señor: Jefferson Hope